El Gobierno andaluz de PP y Cs, que este miércoles ha aprobado el proyecto de ley de presupuestos para 2022, considera que aún "hay tiempo" y margen para un acuerdo que permita que salga adelante en el Parlamento autonómico, pero ha pedido al PSOE que "esté a la altura", que sea "valiente" y que sea autónomo.

En la presentación en rueda de prensa de estos presupuestos, que tendrán su debate de totalidad a final de mes, el PSOE se presenta como la única vía posible para el Gobierno bipartito de PP y Cs, ya que su socio habitual, Vox, ha descartado el apoyo.

El Ejecutivo regional ha insistido en mostrar la mano tendida "a todos" los grupos pidiendo que den "la talla" en un momento "histórico" que, según el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, es comparable al de la redacción del nuevo Estatuto de Autonomía en 2007, cuando la oposición "arrimó el hombro".

Ha señalado que Andalucía "se juega con estas cuentas el presente y el futuro de la recuperación postcovid", por lo que catorce años después "se vive otro momento histórico" y el rechazo o no aprobación de las cuentas sería "uno de los mayores errores históricos por parte de algún partido con representación".

Bendodo entiende que las cuentas están diseñadas para dejar "sin argumentos" al rechazo, ya que "blindan" la sanidad, la educación y la dependencia, así que ha vuelto a hacer un llamamiento a los partidos para que dejen "las trincheras ideológicas y las estrategias partidistas".

Ha lamentado los "bandazos" del PSOE en la negociación, que no cree que sean "buenos para dar un mensaje de estabilidad", ya que ha argumentado que primero mostraron voluntad de acuerdo, después dijeron que no, volvieron a decir que sí y finalmente cuando se aceptó retrasar una semana los presupuestos volvieron a rechazarlo.

Ha pedido al PSOE que demuestre "que es autónomo, que no es una sucursal de Pedro Sánchez, que es valiente, que no le tiemblan las piernas, que no está teledirigido", mientras que a Vox le ha recordado los buenos resultados en las encuestas porque los andaluces valoran que haya sido "una herramienta de utilidad".

La no aprobación de las cuentas conllevaría una prórroga de los presupuestos actuales, pero el Gobierno insiste en mantener que "la vocación" es agotar la legislatura hasta noviembre de 2022.

"Presupuesto sin ideología"

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha asegurado que se trata de "un presupuesto sin ideología", en el que se ha intentado eliminar todo lo que supusiera un rechazo y, aunque ha admitido que no lo han convertido "en un zoco", cree que de aquí al 24 de noviembre serán capaces de lograr los apoyos suficientes.

Bravo ha explicado que el presupuesto "sigue abierto" y que el Gobierno se compromete con todos los partidos a "seguir escuchando y contestando a todos los documentos".

En ese sentido, ha destacado que dos días después de que el líder del PSOE-A, Juan Espadas, lo pidiera, contestaron con un documento con 128 puntos "aclarando que lo que ellos piden está incorporado" y "en muchos casos hay más de lo que pedían".

El consejero ha avanzado que si no hay presupuesto la comunidad tendría "muchísimas dificultades", que habría que estar recomponiendo las cuentas prorrogadas prácticamente "mes a mes" y que el gran reto de los casi 6.000 millones de fondos europeos no iba a ser "tan fácil".

Además, ha recordado que no es lo mismo tener unas cuentas aprobadas que "si empiezan los rumores de elecciones, la inestabilidad es lo peor que nos puede pasar", por lo que ha dejado en todo momento la puerta abierta a la negociación.