¿Pensando en una escapada de fin de semana por Andalucía? La comunidad autónoma ofrece un sinfín de posibilidades para llenar cada segundo del ocio de descanso. Hoy nos detenemos en uno de los enclaves naturales más singulares de la geografía andaluza, el conocido Caminito del Rey en Málaga, que desde su apertura se ha convertido en uno de los reclamos del turismo andaluz, contando incluso con lista de espera para visitarlo.

El Paraje Natural Desfiladero de los Gaitanes se encuentra en el centro de la provincia de Málaga, entre los municipios de Álora, Antequera y Ardales. Constituye uno de los paisajes más espectaculares de la sierra malagueña, con paredes escarpadas y de altura considerable, entre las que discurre el río Guadalhorce después de pasar por los embalses de El Chorro, Guadalhorce, Guadalteba y Gaitanejo.

El Desfiladero de los Gaitanes es un cañón excavado por el río Guadalhorce en el término municipal de Álora, con acceso desde el norte por los embalses del Guadalhorce y desde el sur por El Chorro, que en algunos puntos solo tiene 10 metros de anchura y que alcanza los 700 metros de profundidad.

Imagen tomada durante el recorrido por el cañón.

La construcción de un canal de agua desde los embalses del norte hasta El Chorro para aprovechar aquí el desnivel en una central hidroeléctrica, llevó aparejado un camino de mantenimiento de dicho canal, renombrado como Caminito del Rey, porque la obra fue inaugurada por el rey Alfonso XIII. Este camino (lo que se conoce como las pasarelas), de unos 3 kilómetros de longitud, discurre entre paredes verticales y un puente en el mismo desfiladero sobre el canal de agua.

Hasta la llegada del AVE, el desfiladero era el único acceso ferroviario a Málaga capital desde el interior de Andalucía, con un largo túnel excavado en la pared este del desfiladero. En la actualidad existe otro túnel situado a un kilómetro al este, bajo la Peña Huma, para el acceso ferroviario de alta velocidad.

Pinos carrascos, piñoneros, encinas y eucaliptos configuran el estrato arbóreo del lugar, acompañado de matorral en el que predominan las sabinas, enebros, palmito, retama y jara. En la ribera la vegetación está formada por juncáceas, carrizos, cañas, adelfas y tarajes, con algunos álamos y sauces.

Destacan entre la fauna las aves de montaña como el alimoche, buitre leonado, águila real, halcón abejero, y un largo etcétera, junto con varias especies de anfibios y numerosos reptiles (lagarto ocelado, culebra de escalera, culebra bastarda, culebra viperina). La cabra montés habita las partes más altas, junto con zorros, conejos, lirones, tejones y ginetas.

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