El PP-A confió ayer en pactar con el PSOE-A y Vox los presupuestos andaluces de 2022, aunque puso a los socialistas una «línea roja» para alcanzar un acuerdo al asegurar que la rebaja fiscal implantada por el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos es «innegociable», al igual que la ley de tributos cedidos a la comunidad. El portavoz parlamentario de los populares, José Antonio Nieto, acotó así en rueda de prensa el terreno de la negociación presupuestaria y del posible acuerdo «inédito» que tanto el presidente Juanma Moreno como el líder del PSOE-A, Juan Espadas, «ven posible».

De la negociación del próximo presupuesto, señaló la voluntad de su partido de «hablar de todo» con Vox (que ayer volvió a desmarcarse) y el PSOE-A con el objetivo - dijo- de pactar un presupuesto «útil» para Andalucía «no para ningún partido», y esgrimió que los presupuestos anteriores «no tienen» sesgo ideológico y que los de 2022 tampoco lo tendrán.

Sobre Juan Marín

Sobre los recelos del vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos, Juan Marín, de llegar a un acuerdo con el PSOE-A, el portavoz popular dijo que no cree que esté molesto por conseguir que haya presupuestos porque es consciente de la importancia que tiene y consideró «ilógico» que Cs plantee problemas para pactar con Vox y ahora con el PSOE-A.»Si ellos quieren pactaremos el presupuesto hasta con Unidas Podemos», zanjó.

Precisamente portavoz parlamentaria de Cs, Teresa Pardo, se mostró ayer convencida de que que el PSOE-A apoyará «con un sí» los Presupuestos andaluces para 2022, porque serán las «mejores» cuentas para esta comunidad en unos momentos en los que hay que afrontar la recuperación económica y social.

Por su parte, la portavoz adjunta del Grupo Socialista en el Parlamento de Andalucía, María Márquez, apuntó que «el Gobierno de Andalucía empieza a dar pasos atrás» tras esgrimir sucesivas declaraciones de «Bendodo, Marín o Bravo» que «no se corresponden con lo que dijo el presidente (Juanma Moreno)». «Las palabras de Moreno no tienen que ver con el coro que ha venido detrás», aseveró Márquez, quien acusó al presidente andaluz de «tirar la piedra y esconder la mano y mandar a otro a que diga lo que él piensa».

A preguntas de los periodistas sobre si el secretario general del PSOE, Juan Espadas, consensuó con los secretarios provinciales de su partido la decisión de negociar con el Gobierno andaluz el proyecto de Presupuesto, Márquez reivindicó que éste «tiene derecho a marcar la estrategia política del PSOE, es el responsable» y «es su obligación», al tiempo que situó su legitimidad en el hecho de haber sido elegido en unas primarias por los militantes, «que son sagrados». Dijo que «le avala una gestión, un hombre de consenso que se ha entendido a izquierda y derecha». «En este caso va a hacer lo mismo, anteponer los intereses de Andalucía a los intereses tácticos del PSOE», remachó.