Cinco días y diez horas después, el incendio de Sierra Bermeja, en Málaga, se ha dado por controlado gracias a las intensas lluvias caídas por la noche y que han facilitado la labor del dispositivo de extinción desplegado por el Plan Infoca y reforzado por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y efectivos de otras comunidades autónomas y el Gobierno, hasta sumar más de mil personas y 51 medios aéreos.

El anuncio ha sido hecho por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que ha señalado que tras ser controlado comienza una fase muy complicada que es la de estabilizar y extinguir el fuego y que todavía llevará mucho tiempo hasta que se dé por terminado. Aunque la lluvia se espera que facilite mucho esta labor, el Plan Infoca prevé un dispositivo especial para evitar posibles reactivaciones.

La lluvia se ha convertido en el esperado aliado que ha permitido frenar el avance de las llamas, que durante estos días habían abierto un perímetro de más de 100 kilómetros y cerca de 8.000 hectáreas quemadas. Lo peor, sin embargo, era la imprevisibilidad del comportamiento del fuego y su virulencia, siendo el primer incendio de sexta generación detectado de España, que cuenta entre sus características la formación de los llamados pirocúmulos, nubes de pavesas incandescentes que obligaron a retirar los efectivos el pasado viernes y abrieron un nuevo frente el domingo, obligando a desalojar seis municipios de la zona. No obstante, los vecinos de Jubrique, Faraján, Pujerra, Júzcar y Alpandeire ya pueden volver a casa.

El subdirector del centro operativo regional del Infoca, Alejandro García, explicó que los trabajos durante la noche se centraron en la zona oeste del incendio, que amenazaba a los municipios de Casares Genalguacil, reactivada por los fuertes vientos de levante que soplaron ayer y la influencia de una tormenta sin aparato eléctrico que trajo "fortísimos vientos cizallantes" del oeste, provocando incluso la retirada de algunos medios aéreos debido a las turbulencias.