Francisco Serrano, exlíder de Vox en Andalucía, declaró que «todavía» confía en la Justicia después de comparecer ayer ante el juzgado que lo investiga por presuntamente defraudar una subvención de 2,5 millones de euros que una empresa suya recibió del Gobierno en 2016. El exparlamentario se presentó como investigado ante el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, que les tomó declaración a él y a sus dos socios en un proyecto para montar en Niebla (Huelva) una fábrica de «pellets» que nunca llegó a funcionar, a pesar de que obtuvo una ayuda del Ministerio de Industria. Durante la hora y media que permaneció en la sala, Serrano contestó al juez, a la fiscal, al abogado del Estado y a su propia defensa, pero se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de las acusaciones ejercidas por el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, y Podemos.

La Fiscalía argumenta que no consta ni la realización del proyecto ni la devolución del préstamo. Serrano, que renunció a su acta de parlamentario en 2020, dijo que había denunciado a un exsocio y un gerente de su propio despacho «que fue el promotor e ideólogo» del proyecto.