El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, reclamó ayer tanto a las comunidades autónomas como a los ayuntamientos que sean previsores ante la inminente llegada de trabajadores temporeros para las siguientes cosechas que tendrán lugar a fin de evitar que se produzcan «hacinamientos o condiciones que no sean las correctas desde el punto de vista sanitario y de la dignidad humana».

En una entrevista en Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, Planas advirtió de que de aquí a final de año habrá movimientos de temporeros para trabajar en las diferentes campañas, y defendió que se les tienen que asegurar «las mejores condiciones sanitarias y las mejores condiciones desde la dignidad del trabajo».

Como ejemplo, puso la salida de Huelva de las 7.000 mujeres marroquíes que finalmente pudieron volver a su país de origen, cuyo retorno fue «un gran éxito de la cooperación hispano-marroquí». Apuntó que, además, todos los test que se le practicaron a estas personas dieron resultado negativo lo que demuestra que «somos capaces de hacer bien las cosas». Entretanto, en líneas generales, Planas defendió que los empresarios hacen un excelente trabajo «y tienen que hacer que se cumplan las condiciones sociales y económicas de los contratos», si bien cree que el problema de los temporeros es, principalmente, de transporte y alojamiento.

«Y ahí ponemos el foco porque es muy importante que se tengan las condiciones de seguridad en materia de transporte pero sobre todo de alojamiento», de ahí que reclame tanto a las comunidades como a los ayuntamientos que, teniendo en cuenta la previsión que puede haber de llegada de trabajadores de otras partes de España o extranjeros que no tengan un alojamiento o residencia seguro, «que haya una previsión para que no haya hacinamientos o condiciones que no sean las correctas desde el punto de vista sanitario y de la dignidad humana».

Así lo indicó García a los medios en una visita a Almería, en la que informó que esta fue la propuesta de la Subdelegación en la comisión de seguridad mantenida el jueves con miembros del Consistorio lepero, en la que se volvió a incidir en que La Gravera «no era un lugar aconsejable desde el punto de vista técnico», como trasladó en su informe el capitán del Ejército de Tierra que se desplazó a la localidad para ver los terrenos.

De esta manera, García volvió a incidir en que «es imposible montarlo» en esa zona «desde un punto de vista de seguridad y salubridad» porque «hay que ser consciente de la temperatura que tenemos» y de que «estamos hablando de un espacio industrial en el que no hay sombra» por lo que «era muy complicado ubicar allí las tiendas de campaña».

Por tanto, reiteró que «no era aconsejable» e indicó que «si el Ayuntamiento de Lepe lo reconsidera y hace otra propuesta de otra infraestructura que cumpla los requisitos, por parte del Gobierno de España no hay ningún inconveniente en mantener esa colaboración que ya se le ofrecía la semana pasada».

En este contexto, recordó que ofrecieron su ayuda al Ayuntamiento de Lepe, pero que el campamento tendrá que ubicarse «en un espacio adecuado» para que «podamos intervenir».