El Ministerio de Sanidad autorizó ayer que la comunidad autónoma de Andalucía en su integridad --sus ocho provincias-- pasen desde el próximo lunes, 8 de junio, a la fase 3 del plan de transición a la «nueva normalidad» de la crisis del coronavirus.

Así lo anunció el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa junto a la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tras la reunión del Consejo de Ministros que aprobó ayer la sexta -y, según lo previsto por el Ejecutivo, última- prórroga del estado de alarma hasta las 0.00 horas del próximo 21 de junio.

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Es la primera vez en lo que va de la denominada desescalada de la pandemia que el Ministerio autoriza el cambio de fase de toda la comunidad autónoma andaluza, incluidas las provincias de Málaga y Granada, que hasta ahora --en las fases 1 y 2-- habían progresado de nivel con una semana de retraso respecto a las otras seis provincias.

Así, Málaga y Granada se sumarán desde el próximo lunes a la fase 3 pese a haber pasado sólo una semana en la etapa anterior, a la que accedieron el pasado 1 de junio, rompiendo así con el criterio que había esgrimido el Ministerio de Sanidad hasta ahora de recomendar que cada territorio pasara un mínimo de dos semanas en cada fase antes de promocionar a la siguiente para evaluar la evolución de la incidencia de la pandemia en el periodo de tiempo que se calcula de incubación del coronavirus.

Al respecto de esta cuestión, y a preguntas de los periodistas, el ministro de Sanidad apuntó que se acordó el pase de Málaga y Granada a la fase 3 porque «las condiciones epidemiológicas así lo han aconsejado», y siguiendo la petición que al respecto había realizado la Junta de Andalucía.

Aumentan las competencias

El pase a la fase 3 de toda Andalucía era lo que, esgrimiendo los datos de la incidencia de la pandemia, había solicitado formalmente el Gobierno de la Junta, cuyo presidente, además, desde esta fase 3 será «la autoridad competente delegada, con carácter exclusivo, para la adopción, supresión, modulación y ejecución de las medidas correspondientes» a dicha etapa, «en ejercicio de sus competencias, salvo para las medidas vinculadas a la libertad de circulación que excedan el ámbito de la unidad territorial determinada para cada comunidad autónoma a los efectos del proceso de desescalada». Así se recoge en la solicitud de autorización de la sexta prórroga del estado de alarma que el Consejo de Ministros acordó el pasado martes y el Congreso de los Diputados avaló al día siguiente, donde también se abre la puerta a que «sean las propias comunidades autónomas las que puedan decidir, con arreglo a criterios sanitarios y epidemiológicos, la superación de la fase 3 en las diferentes provincias, islas o unidades territoriales de su comunidad».

Serán así «las comunidades autónomas las que culminen este proceso de desescalada», según confirmó en la rueda de prensa la ministra portavoz, María Jesús Montero, quien agregó que las regiones contarán para ello «con toda la ayuda y colaboración del Ministerio de Sanidad».

De igual modo, el ministro Salvador Illa confirmó que «corresponde a los presidentes de las comunidades autónomas», de acuerdo con lo establecido en el último decreto de prórroga del estado de alarma, determinar cuándo la comunidad está «en condiciones de progresar a la nueva normalidad», a partir de la que se permitiría la movilidad entre regiones.