El juicio por la muerte de Julen, el niño de dos años que murió al caer a un pozo en Totalán (Málaga), revivirá desde mañana martes en el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga la tragedia que conmocionó a España en enero del año pasado.

En el banquillo de los acusados se sentará el dueño de la finca, David Serrano, que se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, aunque los padres elevan a tres años y seis meses su petición por una negligencia «extremadamente grave».

Las sesiones de la vista oral se celebrarán del 21 al 24 y el 28 y 30 enero, días después del primer aniversario de la caída al pozo del menor, el 13 de enero de 2019. La vista oral comenzará el martes con las cuestiones previas y seguidamente declarará el acusado, para el que su defensa pide la libre absolución.

Serrano siempre se ha declarado inocente y ha mantenido que era imposible prever el riesgo de que el pequeño cupiera por un agujero tan pequeño y que tampoco hubo negligencia porque alertó a los padres «varias veces».

Seguirá después la fase testifical y los primeros en declarar serán los padres de Julen, seguidos de la pareja del acusado (prima del progenitor del niño) y el empresario que ejecutó el pozo.

Un total de 51 personas, entre peritos y testigos, pasarán por la sala, aunque algunos mineros de Asturias lo harán por videoconferencia desde el miércoles.

Los forenses certificarán que la causa fundamental de la muerte de Julen fue por precipitación y que sufrió traumatismo craneoencefálico y raquimedular. Creen que Julen no pudo morir por el golpe de una piqueta durante las labores de rescate, como mantiene la defensa, ya que «no se han observado fracturas en el plano superior de la bóveda craneal».

Hay acreditados 80 periodistas de 34 medios de comunicación por la trascendencia mediática que supuso el rescate de Julen durante doce días y once horas tras su caída a un pozo de casi 110 metros de profundidad.

Para el fiscal, Serrano era el único conocedor de la presencia del pozo y «a sabiendas de todo ello y de la falta de protección suficiente y adecuada, no adoptó medida alguna para evitar cualquier posible resultado lesivo, poniendo en peligro la vida de los dos menores».