El actual Instituto de Educación Secundaria Aguilar y Eslava tiene su origen en la Fundación que instituyera don Luis de Aguilar y Eslava en 1679, hace 340 años. Carlos II en 1685 le concedió la Real Cédula de Erección; en 1692 inició su actividad académica y por Real Orden de S.M. Isabel II, en 1847, quedó transformado en Instituto de Segunda Enseñanza formando parte de la enseñanza pública estatal en la segunda mitad del siglo XIX, a lo largo del XX como Instituto de Enseñanza Media, y posteriormente como Instituto de Bachillerato en el ámbito educativo de Andalucía, donde hoy se integra como Instituto de Educación Secundaria.

Para Francisco Ortiz Gama, director del IES y vicepresidente de la Fundación Aguilar y Eslava, es «un verdadero honor y una gran satisfacción recibir la Medalla de Andalucía, en un centro educativo que a lo largo de su dilatada historia ha educado y formado numerosas generaciones de estudiantes. Alumnos y alumnas que con el transcurrir de los años se convirtieron en personalidades ilustres de nuestra historia como el científico y marino muerto en la batalla de Trafalgar, Dionisio Alcalá-Galiano; el ministro de hacienda de Isabel II y abogado defensor de Mariana Pineda, José de la Peña y Aguayo; el padre de la patria andaluza, Blas Infante Pérez; el que fuera primer Presidente de la II República Española, Niceto Alcalá-Zamora, el poeta ultraísta y del exilio, Pedro Garfias, o Carmen Calvo Poyato, actual vicepresidenta del Gobierno de España». En 1922, recuerda Ortiz, «se recibió la visita del entonces ministro Instrucción Pública Tomás Montejo y Rica quien afirmó que este Instituto era uno de los primeros sino el primero de España». Y la apertura del curso 1932-33 fue especialmente importante porque se realizó con la asistencia del presidente de la II República Niceto Alcalá-Zamora a quien acompañaba el Ministro Fernando de los Ríos», rememora Ortiz Gama.

Salvador Guzmán Moral, presidente de la Fundación y vicedirector del Instituto, señaló que el centro Aguilar y Eslava, por su antigüedad como edificio histórico, por su relevancia tradicional en el ámbito socio-educativo y por su importancia histórica-artística recibe continuamente un numeroso público formado por estudiantes, turistas y visitantes (más de 60.000 en los últimos años). Añade que «en el Centro de Estudios Vargas y Alcalde se encuentra lo más antiguo y valioso de la Biblioteca Histórica Aguilar y Eslava y el Archivo Histórico de la Fundación, «disponiendo de seis puestos para la investigación». Y recuerda «que cuenta con una colección de cinco mil volúmenes. Abarca los siglos XVI al XIX, y en la actualidad se sigue trabajando en la puesta en valor de este impresionante tesoro libresco».