Al menos 583 personas, que navegaban en 18 pateras, fueron trasladadas a las costas andaluzas durante este pasado fin de semana. En concreto, el domingo llegaron a las costas andaluzas al menos 290 personas, mientras que el pasado sábado los migrantes que arribaron a la comunidad fueron 293.

Asimismo, estas 583 personas han sido trasladas a cinco puertos: el de Motril, en Granada; Barbate, Tarifa y Algeciras, en Cádiz, y el de Almería, siendo este último el que mayor número de migrantes ha recibido, según los datos de Salvamento Marítimo, recogidos por Europa Press.

En cuanto a la provincia gaditana, el de Barbate ha sido el puerto que más personas ha acogido, un total de 145, mientras que el de Tarifa ha recibido a 64 migrantes y el de Algeciras a 73 personas.

Asimismo, el puerto de Almería ha recibido a 180 personas, procedentes de cinco pateras y el de Motril a 123, que viajaban antes de ser rescatadas en tres embarcaciones.

Cerca de una veintena de las personas rescatadas son mujeres y también hay algunois menores.

Este ha sido un fin de semana de muchos movimientos de personas en el Mediterráneo. Así, los cerca 2.000 inmigrantes rescatados en las últimos tres días en el Mediterráneo Central están desembarcando en la isla italiana de Sicilia, incluido el bebé que nació en el barco de la ONG SOS Mediterranée pocas horas después de que se rescatase a su madre.

La Guardia Costera confirmó a Efe que ayer llegaron a Messina y Palermo los 1.100 inmigrantes rescatados en las siete operaciones de llevadas a cabo el sábado. En uno de los barcos que ya ha llegado a Catania, el Aquarius, con el personal sanitario de Médicos sin Fronteras (MSF), viajaban 70 inmigrantes que este pasadp sábado asistieron al nacimiento de un niño que pesó 2,8 kilos y al que han llamado momentáneamente Miracle (Milagro). La madre fue rescatada en una lancha neumática con otros inmigrantes por un barco de la Marina italiana y después trasladada al Aquarius donde comenzó a sentir los dolores del parto y dio a luz en aguas internacionales. «Tanto el niño como la madre están muy bien», explicó la comadrona del MSF, Amoin Soulemane.