La precandidata en las primarias a la secretaría general del PSOE Susana Díaz dijo ayer que, de salir vencedora en este proceso interno, no dejará «que nadie humille al PSOE» ni que nadie «le diga» al partido «lo que tiene que hacer». Hizo estas declaraciones durante un acto celebrado en el Auditorio-Palacio de Congresos Mar de Vigo bajo el lema «Vigo con Susana». Allí estuvo arropada por unas 350 personas, entre las cuales se encontraban diferentes personalidades socialistas como el alcalde de la ciudad y presidente de la FEMP, Abel Caballero, o la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva.

El mitin se enmarca en la campaña de recogida de avales, en la que los candidatos necesitan 9.000 firmas antes del 4 de mayo, y que Díaz continuó también ayer en Ourense y Lugo, tras haber estado ya en A Coruña y Ferrol. La presidenta andaluza se mostró «encantada» de «haber dado el paso» de presentarse a las primarias tras «muchas noches de tertulia» y diversas conversaciones con compañeros de un partido, que, dijo, es «lo más grande» que tiene «para ganar las elecciones en España». Así, definió su proyecto como una idea estructurada «en primera persona del plural, formado por hombres y mujeres de todas las generaciones, de todos los territorios y de todos las lenguas», orientada a ayudar a una España que «necesita» a los socialistas.

AFICIÓN Y EQUIPO / «Es el momento del PSOE», señaló, aunque reconoció que, en estos momentos, «la afición está mejor que el equipo» y, continuando con el símil futbolístico, comentó que «hay que coger a la plantilla y ponerla en condiciones para ganar». Susana Díaz rememoró cómo hace más de 25 años, cuando todavía no tenía «la mayoría de edad», acudió a la agrupación local del PSOE en Triana para «cambiar de rumbo» la situación social que conocía en el «barrio humilde» en el que creció como «hija de un fontanero y de una ama de casa».

«Veía que en mi calle los niños no teníamos lo mismo que en la calle de enfrente y yo eso tenía que cambiarlo», explicó la precandidata que, según matizó, busca «romper el techo de cristal de ser la primera mujer secretaria general» del partido y «la primera presidenta del Gobierno de España». Aseguró que este objetivo, «además de un honor», contempla «una tremenda responsabilidad» y, por ello, aseguró a los militantes que no los va a «defraudar» y se va a «comportar como una buena socialista».

Díaz aludió a los casos de corrupción de salpican al Gobierno y a los recortes del PP y aseguró que «no quiere» que los ciudadanos voten al PSOE «porque los otros lo han hecho mal», sino que busca votos que refrenden «que somos mejores que ellos y tenemos respuestas». Defendió la educación pública y una sanidad universal por encima de la «sostenible» y denunció a empresas que operan con «falsos autónomos» y a los que buscan «negocio» con los servicios públicos.