La Operación Paso del Estrecho, la mayor operación migratoria internacional de carácter periódico en Europa, tiene que afrontar otros retos, como el de detectar a quienes, utilizando este flujo masivo de personas y vehículos en verano, tratan de pasar coches robados a África.

Localizar estos vehículos, normalmente de alta gama y nuevos, robados en cualquier punto de Europa y que tienen como destino su venta en África, no es fácil porque los trucos utilizados por los delincuentes para manipular su documentación o sus identificativos, como el número de bastidor, son cada vez más sofisticados.

Para complicarlo aún más, estos delincuentes tratan de utilizar el enorme trasiego que en verano se concentra en puertos como los de Algeciras y Tarifa, en Cádiz, para pasar desapercibidos entre los miles de emigrantes magrebíes que en estas fechas vuelven a sus países de origen para pasar las vacaciones.

Por ello, el dispositivo de la Operación Paso del Estrecho ha reforzado la vigilancia en estos puertos para detectar si entre los miles de vehículos que toman aquí barcos para «saltar» al norte de África hay alguno ilegal.

Estos puertos gestionan el 75 por ciento de los cerca de tres millones de personas y 620.000 vehículos que durante la OPE, desde mediados de junio hasta mediados de septiembre, atraviesan el territorio español para volver a sus países de origen en el Norte de África, en la fase de salida, o para regresar a los países de Europa en los que residen y trabajan, en la fase de retorno.

Este dispositivo ya ha detectado en la actual OPE cuatro coches de alquiler y cinco robados que estaban ya a punto de tomar un barco rumbo al norte de África.

En ocasiones descubrirlos no es difícil, pero estos agentes se enfrentan al reto de detectar a los que están en manos de grupos organizados. «En muchos casos ya los llevan vendidos», explicó el capitán Vicente Calvo, de la Unidad Técnica de Policía Judicial y vinculado a este operativo de rastreo e investigación. H