La presidenta de la Junta, Susana Díaz, situó ayer al sector agroalimentario andaluz como uno de los pilares del nuevo modelo productivo, del que ha dicho que uno de los retos es adaptar los productos tradicionales a la innovación y a las exigencias de los mercados.

En su visita a las instalaciones de la fábrica de dulces Inés Rosales, en Huévar del Aljarafe, Díaz puso como ejemplo de la innovación y diversificación a esta empresa, que ha pasado en un siglo de vender sus productos al pie de la carretera a llevar por "grandes autovías un producto artesanal a distintos mercados en 32 países del mundo, incluyendo Estados Unidos, China o Australia", resaltó. La empresa Inés Rosales exporta un 30% de su producción y tiene el objetivo de vender un 50% en los dos próximos años.

"Eso es lo que queremos en Andalucía, que las empresas ganen tamaño, ganen mercados y vendan fuera de nuestras fronteras, como garantía de que nuestro sistema productivo sea fuerte y que soportemos las crisis en mejores condiciones", afirmó Susana Díaz. La presidenta agradeció la "responsabilidad social" de esta factoría sevillana y su "compromiso con los trabajadores y el mantenimiento del empleo". En Inés Rosales trabajan alrededor de 140 empleados, de los que el 85% son mujeres, y aplica tecnología propia en colaboración con la Universidad de Sevilla, aspectos que la presidenta pudo comprobar durante a visita a la factoría que se prolongó durante más de una hora.