Los miles de asistentes que acuden a la Feria de Abril de Sevilla cada día son una oportunidad de oro para muchas empresas, que con ingenio para diferenciarse del resto, convierten las calles del Real también en un escaparate improvisado para promocionarse a través del márketing. El vino manzanilla es una de las bebidas estrella de esta feria y por eso desde que llegas en tren a la estación de Santa Justa ya puedes degustar una copa en un estante que recibe a los cientos de personas que se trasladan a Sevilla desde otras ciudades.

Una de las principales marcas de manzanilla incluso ha editado un Diccionario de la Real Academia de la Feria, en el que se detalla por ejemplo que el albero es el color del traje cuando acaba el día, que las gambas son el plato que solo pides cuando va tu jefe a la caseta o que la portada de la feria es "tu punto de encuentro y el de 50.000 personas más". También son legión en los alrededores de la feria los repartidores de los ya típicos abanicos de cartón, y al real se puede llegar en bicis del servicio público municipal que una marca de cervezas ha "tuneado" con lunares en sus ruedas y una caja de botellines (vacía) en lugar del cesto.

Entre promoción y promoción, invento e invento, Sevilla celebró ayer la cuarta jornada oficial de Feria, y lo hizo con la previsión de que las calles del ferial se vuelvan a llenar después de que ayer alguno se diera un pequeño descanso. La vista estará puesta ahora en el cielo porque se anuncia lluvia.