Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ofreció ayer detalles sobre el "gravísimo" ataque que ha sufrido su sede en Sevilla, "a tres días" de las elecciones autonómicas andaluzas, y que se ha saldado con el robo de documentación relativa a los casos judiciales de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares tramitados por la Junta de Andalucía y la denuncia contra los ex secretarios generales de UGT-A Francisco Fernández y Manuel Pastrana por supuestos delitos de malversación de caudales públicos, falsedad documental y fraude en las subvenciones concedidas por la Junta.

La sede de la formación magenta, situada en Plaza Nueva, apareció ayer por la mañana con la puerta abierta y múltiple documentación por los suelos tras haber sido forzada la cerradura, que ha quedado destrozada y completamente inutilizable. Asimismo, el o los asaltantes han rociado todo el lugar con un extintor, en un trabajo "minucioso" que no ha dejado "ni un centímetro".

Andrés Herzog, abogado y miembro del consejo de dirección de UPyD, explicó que, a falta de que la policía científica finalice el procedimiento de recabar pruebas, y sin aventurar conjeturas, es "muy sospechoso" un ataque "deliberado para causar daños", así como la propia sustracción de información "importante" en relación a las causas de corrupción que llevan, por lo que ha pedido una condena de los partidos.

"No es casualidad", resaltó Herzog, que mostró su convicción de que con este suceso se ha tratado de "condicionar la recta final de las elecciones de la manera más burda posible". Por el momento, limitarán su acción a la denuncia policial y no presentarán ninguna iniciativa a la Junta Electoral, si bien esperan la "solidaridad" de los partidos y que "le den al caso la gravedad que tiene".

DOCUMENTOS ROBADOS Aunque el partido contabiliza ya muchos asaltos a las sedes, especialmente en comunidades nacionalistas, por defender "ideas incómodas que nadie más se atreve a decir y denunciar la corrupción", Herzog puso el foco en el hecho diferencial del robo de la documentación: en el caso de UGT, se trata de un cederrón y otras notificaciones, mientras que en el de los ERE es una documentación muy voluminosa que la procuradora dejó para que el candidato, Martín de la Herrán, la revisara. Desconocen el alcance de la información, ya que no han tenido tiempo de estudiarla y ahora "se nos ha privado de esa posibilidad".

A juicio de la formación magenta, no parece que el móvil fuera un robo habitual, puesto que los delincuentes habituales no revisan documentación y sí se llevan cosas de valor, lo que no ha sido el caso. En su lugar, han revisado los archivos, dejando en el sitio artículos como un ordenador, material informático o un proyector, y otros aparatos electrónicos. "Me cuesta creer que lo haya hecho una sola persona", concluyó Herzog.