El expresidente del Gobierno Felipe González reconoció ayer que hubiera preferido que las primarias en el PSOE de Andalucía para elegir al candidato a las próximas elecciones autonómicas se hubieran celebrado "en septiembre, con tiempo y con más medios". González aseguró que de esta forma "la participación y el contraste" hubiera sido "más impecable" y se mostró "extrañado" por el hecho de que en el proceso de captación de avales de los posibles candidatos no se haya aceptado el apoyo a través de internet.

Preguntado en una comparecencia en Mérida ayer por la candidata única, Susana Díaz, el expresidente admitió que no la conoce lo suficiente como para tener una opinión formada sobre ella. "Soy demasiado mayor ya, y en este relevo generacional a algunos los conozco más y a otros menos. A Susana no la conozco como para hacer una valoración". Sobre la situación que se abre en el seno del PSOE andaluz con una candidata diferente del secretario general del partido, José Antonio Griñán, González reconoció lo que el propio Griñán y su sucesora niegan: "La bicefalia existe", pero matizó que no es "necesariamente mala, intolerable o imposible". "Nunca he creído que eso (la bicefalia) no pueda ser gobernable seriamente en el partido, pero hay otros que lo han creído", subrayó González.

Por otro lado, el vicepresidente de la Junta y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, confió ayer en poder "superar" el Presupuesto de 2014, aunque reconoció que la elaboración de las cuentas públicas "no va a ser fácil" en función de unos Presupuestos Generales del Estado y de unas políticas económicas, fiscales y de financiación del Gobierno central "que no colaboran". Aún así, tanto Valderas como el coordinador de IU, Maíllo, coincidieron en que ni la coalición ni el PSOE contemplan ahora un adelanto electoral. Maíllo aboga por terminar la legislatura, pero asegura que su formación estaría "preparada" si la llamada a las urnas se precipita. Griñán, por su parte, volvió a ser más críptico al asegurar que los políticos "no tienen por qué contar sus estrategias" y que "el futuro no está escrito".