Domingo de Ramos. Primer día grande de la Semana Santa. El flamante alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, sube en su cuenta de Twitter la foto del primer nazareno que se encuentra en la calle, por la mañana. A la misma hora, ejerce de líder del PP andaluz y da una rueda de prensa en la sede regional en la que anuncia que su partido pedirá que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, comparezca en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el escándalo de los Expedientes de Regulación de Empleo fraudulentos pagados con dinero público. El empujón que la jueza Mercedes Alaya ha dado a la instrucción del caso --en 24 horas ha mandado a prisión a siete de los 22 imputados-- ha dado oxígeno al PP, acorralado por el escándalo de Bárcenas, y ha desviado el foco de la corrupción al PSOE andaluz.

El objetivo político de los populares es el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, al que acusan de haber "permitido" que se dieran ayudas ilegales durante su etapa de consejero de Economía. Griñán es, además, la presa política más jugosa para el PP nacional porque supone la referencia institucional más importante del PSOE en España. El PP andaluz asegura que aún queda mucha "basura" por conocerse del mayor escándalo de corrupción conocido en Andalucía y está convencido de que el nombre de Griñán, el del expresidente Manuel Chaves y del diputado del Congreso y exconsejero de Empleo, José Antonio Viera, aparecerán en la fase final de la instrucción. En esta nueva vuelta de tuerca, Alaya, que ha reaparecido con fuerza tras seis meses de baja médica, no ha subido en la pirámide política, pero empieza a cerrar el círculo y apunta a los verdaderos beneficiarios del fraude, a los comisionistas.

Después de una jornada maratoniana de la jueza Alaya, y a la espera de que hoy se reanuden las declaraciones, partidos y sindicatos dieron ayer hasta cuatro ruedas de prensa para hablar de los ERE. Daba igual que fuera Domingo de Ramos. Zoido convocó en San Fernando para anunciar que su partido pedirá hoy en el Congreso que Griñán aclare "por qué no modificó el procedimiento irregular de las ayudas de los ERE" en la Junta como hizo justo antes en el Ministerio de Trabajo. El líder del PP-A mostró la orden ministerial dictada por Griñán en 1995 por la que cambió el procedimiento de concesión de las subvenciones para dotarlas de publicidad, concurrencia y objetividad. Los populares quieren que el presidente explique "por qué no hizo lo mismo" al aterrizar en la Junta. También pedirán que comparezca Chaves.

"Los andaluces y los españoles queremos saber la verdad del descontrol absoluto de los fondos de la Consejería de Empleo", afirmó. Zoido exigió aclarar adónde han ido a parar "los 1.400 millones" --subió la cifra del fraude, que hasta ahora calculaba en mil millones-- y exigió a Griñán que asuma su "responsabilidad". El presidente andaluz se mostró tajante en una entrevista publicada ayer en El Mundo : "No tengo responsabilidad política en los ERE". Dijo que si la hubiera, "la asumiría", pero que "en absoluto" se ha planteado dimitir por este asunto. Zoido insistió ayer en que Griñán era el "cajero de los ERE", el que "cebó sin límites" la partida 31.L del Presupuesto, de donde salía el dinero para las prejubilaciones supuestamente irregulares.

El escándalo de los ERE mantuvo la legislatura pasada al PSOE-A entre las cuerdas y a punto estuvo de arruinarle la campaña de las elecciones autonómicas, que hoy hace justo un año de su celebración. La foto del exdirector general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero, y del exconsejero de Empleo, Antonio Fernández, entrando en prisión hizo mucho daño a los socialistas. Sin embargo, contra todo pronóstico, PSOE e IU formaron un Gobierno de coalición y el enorme fiasco en las urnas desencadenó un relevo en el PP andaluz. Javier Arenas se marchó a Madrid y le sucedió con poco entusiasmo Zoido, que no quiere ser el candidato a la Junta porque, entre otras cosas, esta dicotomía le está perjudicando en la Alcaldía de Sevilla, su verdadera pasión. El PP-A no pasa por su mejor momento. A la interinidad en el liderazgo se suma la pérdida de diez puntos en las encuestas. Le salpican los recortes de Mariano Rajoy y el estallido del caso Bárcenas, el extesorero del PP que supuestamente pagó durante años sobresueldos a la cúpula popular. La vuelta de la jueza Alaya y la reanudación a gran escala de la instrucción del caso ERE ha supuesto una válvula de escape para el PP, de ahí que el escándalo haya saltado desde el primer momento al ámbito nacional.

"RIDICULO" El PSOE andaluz, que en los últimos días se ha movilizado en defensa de Griñán, salió ayer raudo a criticar la petición de comparecencia en el Congreso. La presidenta de los socialistas andaluces, Amparo Rubiales, lo calificó de "disparate jurídico" y de "burla al Parlamento andaluz". En rueda de prensa, condenó la "cacería injusta y falsa" que, a su juicio, está llevando a cabo el PP con el presidente andaluz quien, según dijo, es "la persona más temida y odiada por la derecha de este país porque es el único que ha impedido los recortes del PP".

También el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, aseguró que el PP hace "el ridículo" con esta solicitud y le acusó de "despreciar" al Parlamento. Los socialistas sostienen que el Ejecutivo de Griñán fue el "primero" en denunciar el fraude millonario y que "colabora" con la justicia, y recuerdan que tanto Griñán como Chaves comparecieron en la comisión de investigación en la Cámara. Lo hicieron a finales de septiembre, tras la presión ejercida por IU, socios en la Junta, y ambos se ampararon en la legalidad del procedimiento para otorgar las ayudas sociolaborales.