El PSOE ha optado por cerrar en falso su crisis y el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, salió ayer tras la reunión de la ejecutiva federal a declarar que el presidente del partido y líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, lejos de explicitar sus críticas le había trasladado todo su apoyo.

El PSOE andaluz, la federación más importante del partido, anda revuelta tras el fracaso electoral en las elecciones vascas y gallegas. Andalucía pide el timón del PSOE y más peso en Ferraz. Las declaraciones de Griñán en los últimos días han permitido todo tipo de interpretaciones. Primero, en una entrevista en la SER, no descartó dar un paso al frente para sustituir a Rubalcaba. Después, en una jugosa entrevista en La Razón, pidió al líder de su partido que no se atrinchere en el cargo hasta el 2016.

Pese a que en Ferraz, según fuentes próximas a Rubalcaba, la desconfianza hacia el PSOE andaluz crece, ayer nada de esto se verbalizó. El líder federal aseguró que el presidente del partido y de Andalucía, José Antonio Griñán, no le había manifestado que tenga voluntad de liderar el PSOE sino que "orgánicamente está bien donde está". Rubalcaba concedió a Griñán que Andalucía tenga un papel clave en el debate territorial.

Tras la Comisión Ejecutiva que el PSOE celebró para analizar los resultados electorales de Galicia y el País Vasco, Rubalcaba dijo, no obstante, que debería ser Griñán y no él el que respondiera a esa pregunta sobre la posibilidad de que éste quisiera ser su sustituto. "No me lo ha dicho nadie, tampoco me lo dirían", admitió y alejó la posibilidad de adelantar primarias para elegir al candidato del PSOE. Rubalcaba aseguró que no siente ninguna "intranquilidad" con Griñán, que siempre ha salido "a favor" de la "oposición responsable" que él ejerce. "Lo ha dicho públicamente una y otra vez, es un gran valedor y no tengo intranquilidad porque siempre ha salido en defensa", insistió Rubalcaba, que también mantuvo que había sentido el "respaldo unánime" de la dirección del partido.

Fuentes de la ejecutiva del PSOE aseguraron que se sucedieron las críticas hacia el presidente andaluz, más allá del núcleo duro de Ferraz. Le reprocharon que se haya dedicado a "desestabilizar" al partido desde la presidencia y que rechace ahora la oposición útil que él reclamó.

Ayer, el exministro José Bono emplazó a Griñán a aclarar "si tiene alguna intención distinta que la de gobernar Andalucía". El dos del PSOE andaluz, Mario Jiménez, le replicó que hace un "flaco favor" a Rubalcaba quienes, en su nombre, "atacan" al presidente. Griñán, dijo, tiene puestas "todas sus energías y capacidad" en Andalucía.