"Si esas aguas son suyas por razones de pesca, también deben serlo para evitar tragedias y socorrer a las víctimas". Este fue el mensaje contundente que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, lanzó ayer a Marruecos tras la tragedia en aguas del Estrecho, que ha dejado 14 muertos de una patera. Aunque Griñán dejó claro que tiene "buenas relaciones" con el país vecino, al que "consideró un Gobierno amigo", confesó que lo que más le ha "exasperado es ver la polémica de las aguas territoriales".

El presidente afirmó que "no podemos simplemente llorar o sentirnos heridos cuando vemos la tragedia de Alborán" y cuestionó si "a caso no sentimos vergüenza cuando nos impugnan los fondos de cooperación al desarrollo, cuando hay gente que dice eso ya no es necesario". "Estamos mal aquí, pero hay gente que está mucho peor", lamentó. "Cuando hablaban del efecto llamada, lo que hay es un efecto salida de la desigualdad que hay en el mundo", añadió.

ENTIERRO EN GRANADA Por su parte, los últimos siete fallecidos en el naufragio de la patera del mar de Alborán --de los que dos eran mujeres, un menor de 16 años, dos de unos 18 y otros dos que rondaban los 30 años-- recibieron ayer sepultura en el cementerio municipal de Motril (Granada), un acto de despedida al que acudieron 200 personas.

Sus cuerpos y los de otros siete inmigrantes de origen subsahariano, que fueron enterrados el viernes en el municipio granadino, fueron rescatados a 18 millas de la ciudad marroquí de Alhucemas. Los otros 40 desaparecidos ya se dan por muertos.

El drama de la inmigración no cesa. Salvamento Marítimo interceptó ayer dos embarcaciones con 15 subsaharianos que navegaban al suroeste de la costa de Tarifa. La Salvamar Alkaid rescató la primera patera minutos antes de las 12.00 horas de ayer a nueve millas al suroeste de Tarifa, en la que viajaban siete varones adultos, todos ellos en buen estado de salud. Durante el rescate de la primera embarcación, se divisó a una segunda que se encontraba a dos millas de distancia, en esta ocasión con ocho varones adultos, que fueron rescatados por la Salvamar Alkaid.