El coordinador de Economía del PP-A, Rafael Carmona, acusó ayer a la Junta de "poner en riesgo" el Estado del bienestar en Andalucía con el plan de ajuste económico "por mantener el aparato político". Según explicó, se ha optado por recortar el salario de los empleados públicos y no tocar los 11.000 millones del capítulo 4 del presupuesto, "única y exclusivamente dedicados a mantener asociaciones satélite del poder, cercanas al PSOE, que lo único que hacen es engullir recursos que se les quitan a los empleados públicos para mantener el clientelismo". Carmona consideró que había "otra manera de hacer las cosas" sin tocar el bolsillo de los empleados públicos. "Ya está bien de decir que o se bajaban los sueldos o habría despidos", ha apuntado el dirigente popular, quien insistió en que esta argumentación es "absolutamente falsa" porque el Gobierno andaluz podría recortar en otras partidas como "los gastos de transferencias y subvenciones a organizaciones políticas, sindicales y empresariales, o los gastos suntuosos".