"Confío en ella porque es muy trabajadora, no sé de dónde saca tiempo para estudiar y llevar para delante no solo este proceso sino otros más complicados y encima sigue guapa". Estas declaraciones que hizo ayer el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, sobre la jueza que investiga el fraude de los ERE, Mercedes Alaya, provocaron una catarata de críticas. Enseguida en las redes sociales empezaron a tacharle de "machista", el PP le acusó de "faltar el respeto a las mujeres" y finalmente el consejero tuvo que salir a disculparse. De Llera lamentó la posible "malinterpretación" que se hizo de sus palabras. "En ningún momento he querido ser ofensivo, al contrario, lo que he pretendido es elogiar su esfuerzo y la gran capacidad de trabajo en la labor que realiza al frente de su juzgado", dijo. Su comentario, dijo, fue un reconocimiento al esfuerzo de la magistrada, que al final se le volvió en contra por incluir una referencia a su aspecto físico. "Tal vez me he expresado en unos términos coloquiales, fruto de la amistad que nos une como amigos y compañeros de profesión en el mundo judicial", y aclaró que su "propósito" no guardaba ningún sentido ofensivo o machista.