Andalucía celebra hoy su gran día marcado a fuego por la proximidad de las elecciones del 25 de marzo. Una cita con las urnas que influirá en los discursos institucionales y en las reacciones de la oposición y que ya ha dejado una estela de encuestas y contraencuestas que anticipan qué partido ocupará San Telmo en primavera. Tras 30 años de gobiernos socialistas es la ocasión en la que el PP enarbola con más claridad la bandera de favorito.

La campaña arranca el 9 de marzo pero la confluencia de citas electorales ha convertido el último año en una carrera sin tregua. Hubo municipales en mayo y generales en noviembre. En ambas citas el PP hizo historia en Andalucía y por vez primera desbancó al PSOE. Ahora toca el sprint andaluz. La aspiración del PSOE es evitar una mayoría absoluta del PP de Javier Arenas y gobernar en un pacto con IU. Habrá que ver si Diego Valderas cambia la tradición y acude hoy al acto institucional. Arenas sí la ha cambiado, no estará. Tiene acto propio en Alcalá de Guadaíra. Sí acudirá al izado de la bandera en el Parlamento acompañado del ministro Cristóbal Montoro.

Fue el pasado verano cuando el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, decidió separar las elecciones autonómicas de las generales y mantenerlas en primavera. Serán el 25 de marzo, menos de un mes después de este Día de Andalucía. Por eso hoy el formato difiere del tradicional. Habrá izada de bandera en el Parlamento pero no discurso de su presidenta, puesto que la Cámara está disuelta. El sevillano Teatro de la Maestranza acogerá la entrega de las Medallas de Andalucía. Se impone la cultura. Serán Hijos Predilectos el pintor Luis Gordillo y la directora de cine Josefina Molina. Después habrá ágape en San Telmo. Austero, manda crisis.

Poco ha trascendido del discurso que pronunciará el presidente andaluz, José Antonio Griñán, pero fuentes de su entorno recalcan que este año las instituciones autonómicas andaluzas cumplen 30 años y esa reivindicación estará en sus palabras. No es baladí. Precisamente a las tres décadas de gobiernos socialistas se aferra el PP para reclamar una "regeneración política".

Este día está muy cerca de unas elecciones netamente andaluzas. No coinciden con otros comicios, lo que no ocurría desde 1990. Los socialistas están convencidos de que esa era la única oportunidad electoral que les quedaba y que si hubieran ido de la mano el 20-N ya llevarían cuatro meses en la oposición. Cuatro meses que son precisamente el tiempo que lleva el PP en el Gobierno de la Nación. Un periodo marcado a fuego por la crisis y en el que ni el paro ha retrocedido ni se ha ahuyentado la recesión. Las noticias económicas no pueden ser más negras. Ayer mismo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, --hoy en Sevilla-- desveló los datos del déficit público: habrá que recortar 40.000 millones más. Eso castiga las expectativas electorales del PP, que debe tomar más medidas drásticas --aunque los Presupuestos no se conocerán hasta cinco días después del 25-M-- pero también del PSOE. La gestión del Gobierno andaluz no se salva. El déficit de la comunidad está por encima de lo que debería, aunque lejos de los agujeros de otras comunidades. El Ejecutivo andaluz, según dijo ayer su número dos, Mar Moreno, está convencido de que esto pincha "la burbuja electoral" de Arenas.