El comité federal del PSOE del sábado abrió la puerta a la democracia interna y ahora surgirán facciones y candidatos distintos que competirán entre sí por controlar el partido y liderar la oposición a Mariano Rajoy. En ese punto es donde el secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, situó ayer a todo su equipo, los veteranos y los nuevos, toda la ejecutiva regional, los ocho secretarios provinciales y los miembros andaluces del federal, Manuel Chaves y Gaspar Zarrías. Todos alineados, hombro con hombro, para que la foto que llegue a Madrid hoy represente con claridad el mensaje que Griñán quiere transmitir a los futuros aspirantes a dirigir el partido, sean quienes sean: el PSOE-A está unido, es fuerte, es el que más ha resistido al golpe del 20-N y es el que más autoridad tiene en el conjunto de España.

Griñán esgrimió la unidad del PSOE-A para reivindicar más poder a Ferraz (sede federal del partido). La formación que dirige tiene grietas: algunos veteranos de Cádiz y Jaén, por ejemplo, todavía no han digerido bien que la ejecutiva regional esté comandada por una generación más joven que la suya. Pero el 20-N dio lugar a una situación insólita: la autoridad de Griñán fuera de Andalucía es ahora tan sólida, que los críticos que tenía dentro han quedado temporalmente al margen. De hecho, el PSOE-A presentó ayer un manifiesto en el que constataba su apoyo claro "al liderazgo" de Griñán, "uno de los principales referentes del socialismo español".

ASUNTO CLAVE El líder andaluz habló como alguien consciente de que la supervivencia de su Gobierno en Andalucía es un asunto de Estado para el PSOE, y por eso tendrá toda la atención del partido hasta las autonómicas de marzo. Ayer envió varias coordenadas a Madrid, pidiendo un congreso en "paz" y que de él salga un "liderazgo firme e inmediato". José Antonio Griñán ha empezado a hacer uso de esa fuerza y confianza que el partido socialista delega en él. Primero trayéndose el congreso federal a Sevilla y luego convocándolo tres semanas antes de las autonómicas.

Antes de reunirse ayer con los cuadros orgánicos, Griñán pronunció un discurso propio de un entrenador para animar a la tropa: "Somos reconocibles cuando somos auténticos. Desde la más pequeña agrupación hasta la dirección iremos unidos al congreso. Queremos hacer de la derrota una oportunidad", dijo. Insistió en que las generales no las ganó el PP, las perdió el PSOE, recordó que el partido debe aspirar a un proyecto renovado con base en el programa electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba y animó a su equipo a recuperar el voto frustrado en contacto con el electorado en la calle. "Las provincias van a ser fundamentales en esta tarea, vosotros conocéis mejor vuestra tierra. Es el tiempo de la militancia", le dijo a sus secretarios provinciales. Griñán recordó que "la resistencia a la marea azul tiene que ser más fuerte en Andalucía" y añadió que su Ejecutivo "no va a pedir a Rajoy nada que no haya demandado a Zapatero ni él exigirá lo que con contumaz demagogia pedía Arenas".

PASO ATRAS DE CHAVES Antes del cónclave, el vicepresidente tercero en funciones y expresidente de la Junta, Manuel Chaves, llamó en un aparte a la prensa para anunciar algo: "Ante cualquier planteamiento del PSOE-A, incluso si hay una propuesta de renovación de la dirección federal del partido, yo no voy a ser ningún obstáculo y en mí no van a encontrar ninguna dificultad", dijo.

Chaves es el presidente del PSOE y la semana pasada se postuló para repetir cargo. El anuncio se estampó con los intereses de Griñán, que al poco reclamó públicamente una renovación generacional en la cúpula federal del partido. Griñán aspira a que el próximo número dos del PSOE federal, la Secretaría de Organización, la ostente un político andaluz de su confianza, probablemente la misma persona que ocupa este cargo en la regional, Susana Díaz. Esto parece incompatible con que Chaves mantenga la presidencia o que Zarrías siga como Secretario de Política Institucional en la ejecutiva, dos puestos en los que Griñán no parece estar interesado. "Siempre estaré a disposición del PSOE-A, partiéndome la cara para que Griñán sea el próximo presidente de la Junta", concluyó Chaves.