El de ayer fue en el Partido Popular de Andalucía un día de mensajes, pero sobre todo de gestos. Un partido que lleva 30 años en la oposición no es que haya hecho una larga travesía del desierto es que ha cruzado el Sáhara entero. Y cuando los datos dicen que están a punto de gobernar en Andalucía, la euforia se palpa en el ambiente. Javier Arenas convocó a la junta directiva en un hotel de la capital y entró en el acto entre palmas haciendo un paseíllo triunfal. La sala abarrotada y la gente en pie.

"El domingo perdió el discurso de miedo", dijo Arenas. En clave interna el líder del PP-A sacó pecho. "Cuántas veces hemos oído que no hemos ganado las elecciones generales en España por Andalucía", recordó, "eso ya no se puede decir". "Andalucía supone el 50% del incremento total de votos del PP en España", defendió en una intervención cargada de datos y estadísticas. Anunció que el congreso nacional del PP se celebrará en Sevilla los días 17, 18 y 19 de febrero.

El PP andaluz está dispuesto a exhibirse tras su segunda gran victoria en Andalucía, la que cosechó el domingo con nueve puntos de ventaja sobre el PSOE cuando por primera vez desde 1979 ganó unas generales en esta comunidad. Hoy Arenas se reunirá con todos los cabezas de lista del PP-A.

Todo esto a pesar de que el presidente del PP andaluz sigue advirtiendo de que el triunfalismo es un mal compañero de viaje. Un día después de que el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, defendiera que con los resultados del 20N en la mano su partido obtendría una mayoría absoluta indiscutible (57 diputados) en el Parlamento andaluz, ayer Arenas dejó claro que no cree "en las extrapolaciones". "Podemos gobernar en Andalucía", aseguró en condicional, "no vamos a tener la tentación de morir de éxito" o "mantenemos el rumbo hacia una mayoría amplia en Andalucía".

Arenas dio muchas veces las gracias y se acordó sobre todo de los jóvenes, que aseguró que han sido "fundamentales". Los alcaldes, que han sido clave en las candidaturas al Senado donde el PP ha barrido con contundencia, se llevaron protagonismo en el capítulo de agradecimientos. Pero el líder del PP-A avisó a los suyos de que aún les queda "un especialísimo esfuerzo en los municipios de menos de 5.000 habitantes", en lo que llamó "la Andalucía profunda".