Resulta curioso que a veces los padres y profesores, llamados a ser ejemplo para sus hijos, les enseñen prejuicios. Una madre a la salida de un colegio concertado de Huelva escuchó como la madre de la amiga de su hija la llamaba por el nombre y apellido y comentó "ese apellido es gitano", a lo que la niña le respondió que ella era gitana y su consejo fue que no lo dijera porque "no se te nota". La Fundación reivindica que la integración no implica renunciar a la cultura propia.