El presidente de la Junta de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara, no quiso interpretar ayer la sentencia del Constitucional "en términos de ganadores o perdedores", puesto que ésa "no" era la intención al presentarla, sino solo "defender los derechos e intereses" de la comunidad extremeña. Sobre las declaraciones de Griñán --que por la mañana había dicho que "hay margen" para que Andalucía "siga decidiendo" sobre el Guadalquivir--, Fernández Vara sólo apuntó: "Vamos a ver, habrá que dialogar". Para el presidente extremeño "ahora se abre una vía" en España para hablar sobre el agua, sobre la cual recordó que se trata de "uno de los elementos" que "cohesiona un país" por lo que "no es de nadie porque es de todos". Fernández Vara señaló que Andalucía "tiene que tener un peso importante en la gestión" del Guadalquivir puesto que la mayor parte de su cuenca transcurre por territorio andaluz, pero tras la sentencia "habrá que hablar" y confiar en que el Ministerio de Medio Ambiente "pueda proponer soluciones y ajustarlas" a un "acuerdo" sobre el tema del agua. Andalucía y Extremadura "no son regiones vecinas sino regiones hermanas", concluyó.