Los dirigentes del PSOE andaluz mantuvieron ayer un encuentro en Ferraz con el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, y otros miembros de la ejecutiva federal. Según confirmó este periódico, la representación andaluza estuvo integrada por la secretaria de Organización, Susana Díaz, el portavoz parlamentario,Mario Jiménez, la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, y el titular de Empleo, Manuel Recio. Desde el PSOE andaluz quisieron enmarcar esta cita en "la normalidad" y aseguraron que era una reunión ya prevista para informar de los datos obtenidos de la investigación interna abierta en la Junta. El PP ha conseguido que este escándalo adquiera dimensión nacional y lo ha introducido como tema habitual en la sesión de control del Congreso, con Manuel Chaves en el punto de mira. La reunión de ayer coincide con uno de los momentos más complicados desde que estalló este caso.

Ayer, en rueda de prensa, la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, dejó en el aire si el partido tomará medidas y abrirá expediente de expulsión a Antonio Fernández en el caso de que resulte imputado en firme.Díaz defendió al ex consejero gaditando aunque fue especialmente firme al arropar a José Antonio Viera: "Es un hombre honesto y honrado, su trayectoria personal y política lo avala y no tiene nada que temer. Ni él, ni su partido", aseguró sobre el socialista sevillano. Fuentes del PSOE-A admitieron que Viera tiene hoy mucho más respaldo que Fernández. Sin embargo, la dirección sabe que no puede aplicar un doble rasero y su respuesta en ambos casos debe ser igual.Eso sí, Díaz defendió ayer que se expulsara del partido al ex director general Javier Guerrero o al ex delegado Antonio Rivas, como al resto de militantes intrusos en ERE, y se respalde a Fernández. "Guerrero se autoinculpó de un delito", alegó.

Desde IU, Diego Valderas, pidió elecciones anticipadas y apuntó a la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, como la sucesora de Griñán.