Los cuerpos de los tres tripulantes desaparecidos del helicóptero Helimer 207 que cayó al mar el jueves por la noche podrían estar en aguas muy profundas, por lo que se utilizará un robot para su búsqueda. Los cuatro tripulantes --uno se recupera en el Hospital Torrecárdenas-- pertenecen a la base de Salvamento Marítimo de Almería y cayeron al mar por causas que se investigan cuando regresaban de realizar unas prácticas rutinarias a 5 millas náuticas (9,2 kilómetros) de la costa.

El dispositivo de búsqueda se centra al sur de la bahía de Almería, en las proximidades de la zona del hundimiento del helicóptero donde fue rescatado el gruísta de la aeronave, Alberto Elvira Vallejo, vecino de Almería, y fue recuperado un casco que por el momento no se ha confirmado que pertenezca a ningún miembro de la tripulación, según explicó ayer el ministro de Fomento, José Blanco, que viajó al lugar del suceso.

COMISION DE INVESTIGACION Blanco dijo que se ha puesto en marcha la comisión de investigación de accidentes prevista en el protocolo que fija la Ley de Seguridad Aérea, por lo que prefirió no emitir especulaciones sobre las causas del siniestro mientras no se presente el informe elaborado por dicha comisión.

Blanco agradeció al equipo de rescate la labor que está realizando desde que el servicio de emergencias del 112 recibiera, sobre las 20.30 horas del jueves, una llamada de alerta de la torre de control del aeropuerto de Almería después de que los trabajadores divisaran unas bengalas a unas cinco millas en el mar y tras perder el control del helicóptero por radio y en pantalla.

Tras su comparecencia, Blanco se reunió con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, con quien visitó al tripulante rescatado, aquejado de diversas contusiones y una fuerte hipotermia, de la que se recupera favorablemente. Los tripulantes que continúan desaparecidos en el mar son José Luis López Alcalá, comandante de la aeronave y natural de Granada; Kevin Holmes, copiloto, nacido en Nueva Zelanda y vecino de Granada; e Iñigo Vallejo García, rescatador y vecino de Sevilla.

En la zona opera la guardamar Calíope, provista de un sonar de barrido lateral, que permite configurar desde la superficie el relieve del fondo marino para tratar de detectar la silueta de la aeronave, y también se ha sumado a las tareas de búsqueda el cazaminas de la Armada Sella .

VEHICULO SUBMARINO Hoy se espera además la llegada del barco de Salvamento Marítimo Clara Campoamor, dotado con un vehículo submarino por control remoto (ROV), que permitirá la inspección e intervención submarina a profundidades de hasta 1.000 metros, donde los buceadores no pueden operar.

El ROV, que se utilizará desde el buque Clara Campoamor, será dirigido desde la superficie a través de un cable umbilical por el que recibe la energía eléctrica y las órdenes, a la vez que envía de vuelta la señal de sus cámaras y sensores. En el operativo hay más de medio centenar de técnicos especialistas en búsqueda y rastreo entre los que destacan los grupos de submarinistas.