El secretario general de CCOO-Andalucía, Francisco Carbonero, apostó ayer por reforzar la autonomía y la independencia sindical respecto a los intereses políticos y por fortalecer la unidad de acción con UGT, que "cobra un valor estratégico" en esta etapa de crisis económica.

Estas fueron algunas de las ideas lanzadas por Carbonero durante la presentación al plenario del 10º Congreso que la organización celebra en Sevilla desde ayer hasta el jueves y en el que se presentará a la reelección.

Carbonero presentó un "balance positivo" de su gestión al frente de CCOO-Andalucía en los últimos cuatro años, en los que se han conseguido "avances sociales" como la ley de la dependencia y la ley del derecho a la vivienda. En el terreno sindical se ha producido un aumento de 30.000 afiliados hasta superar actualmente los 200.000 y además la organización cuenta con unos 20.000 delegados en empresas, casi 3.000 más que en 2005, y los ingresos se elevan a 18 millones de euros.

Estos resultados se han conseguido a pesar del escenario de crisis, cuyas principales "víctimas" son los trabajadores, lamentó el líder de CCOO-A, quien apeló a la responsabilidad "social y moral" de los empresarios de devolver a la sociedad una parte importante de los beneficios de los últimos años. "La crisis no puede servir de parapeto para despedir con el fin de mantener los beneficios", recalcó Carbonero, quien también señaló la responsabilidad de la banca y pidió más presión a los poderes públicos para que asumen su deber y den créditos.

En la inauguración del cónclave participaron Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Santiago Herrero, Juan Ignacio Fernández Toxo, Manuel Pastrana, Javier Arenas, Diego Valderas y Juan José López Garzón, entre otros.

Al congreso regional asisten 369 delegados en representación de 201.439 afiliados.