Eduardo Gonzálvez, uno de los seis acusados en el caso Saqueo por el desvío de fondos del Ayuntamiento de Marbella entre 1991 y 1995, reconoció ayer que ingresó dinero del erario municipal en la cuenta de la esposa de José Luis Jiménez, imputado en la causa y fallecido en 2005.

Así lo manifestó durante su interrogatorio en el juicio que comenzó ayer a celebrarse en la Audiencia Nacional después de que este tribunal haya rechazado abstenerse de juzgar este caso en favor del Tribunal de Cuentas, tal y como habían solicitado en las cuestiones previas la mayoría de los acusados.

La Fiscalía Anticorrupción, que pide penas de entre 8 y 10 años de prisión para los acusados, sostiene que desde la llegada a la alcaldía en 1991 del Grupo Independiente Liberal (GIL) los acusados decidieron desviar, desde el Ayuntamiento o desde sus propios cargos en las sociedades municipales que crearon para ello, los fondos públicos del municipio "en su propio beneficio o en el de terceros".

Gonzálvez, empleado de la sociedad municipal Contratas 2000, explicó que, pese a que era administrativo contable, no se encargaba de las cuentas y dijo que él hacía anotaciones en los libros sobre las operaciones del "día a día", ya que la empresa tenía una "contabilidad primaria". A preguntas de la fiscal Belén Suárez, reconoció que de 1991 a 1995 realizó diversos ingresos del dinero que enviaba el consistorio marbellí para gestionar la actividad de la sociedad municipal, en la cuenta bancaria de la también acusada Purificación Notario, esposa de Jiménez, que era el gerente de Contratas 2000 y fue estrecho colaborador del ex alcalde Jesús Gil, ya fallecido.

Insistió en que él "no hacía las cuentas oficiales" de la sociedad y, en este sentido, indicó que "las carpetas se mandaban al club financiero, al despacho del señor Manuel Jorge Castel", otro de los acusados considerado contable del entramado financiero. "Yo era el último de la fila", respondió al ser preguntado por la fiscal si los datos que él anotaba eran "manipulados" por alguien.

BALANCE. Manuel Jorge Castel, considerado contable del entramado financiero que supuestamente crearon los seis acusados en el caso Saqueo, dijo que las anotaciones que constan como B en sus notas no es porque haya una "contabilidad B", sino que significa "balance". La Fiscalía Anticorrupción sostiene que los procesados se apoderaron de más de 36 millones de euros del consistorio marbellí y que "para dar cobertura a esa distracción de los fondos municipales" crearon un "artificio contable".

Algunas de esas anotaciones, que la fiscal leyó en la vista y atribuyó a Castel son: "Hay que meter B por un valor de 500 millones (de pesetas)", "Saldo A de Ayuntamiento y saldo B de contratas" o "Saldo B, 436 millones".

"La B de las anotaciones no significa contabilidad B sino balance o banco", aseguró el acusado al explicar que él se limitaba a elaborar esos documentos según los datos de los gerentes.