La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha garantizado el consumo humano de agua en Andalucía durante el verano, pero prevé que los regadíos de la cuenca no cuenten con suministro hídrico permanente debido a la situación de sequía que sufre Andalucía.

Así lo ha asegurado en declaraciones a Efe el director técnico de la CHG, Juan Saura, quien ha valorado el último Informe de Sequía publicado el miércoles por el Ministerio de Medio Ambiente y en el que se revela que el porcentaje de volumen embalsado para regadío alcanza una media del 26,1 por ciento, lo que hace que oficialmente la situación se considere de emergencia.

Según Saura, esta situación hace que el suministro de agua para regadío esté por debajo de los 1.000 metros cúbicos por hectárea, lo que es una dotación "bajísima" que está "muy alejada de la normal", por lo que, en general, "no se podrá regar durante todo el verano" de forma permanente.

El informe especifica que la capacidad total de agua embalsada destinada a los grandes regadíos asciende a 4.886,6 hectómetros cúbicos cuando en la actualidad hay embalsados 1.275,4, lo que representa ese 26,1 por ciento.

De hecho, los embalses de la cuenca del Guadalquivir, sumando los que se destinan a consumo humano con los de regadío, están actualmente al 34,8 por ciento frente al 40 por ciento que alcanzaban el año pasado por estas fechas, según ha informado el director técnico.

Ha indicado que los regantes "lo ven muy mal" pero ha reconocido que "la triste realidad es que hay escasez de agua", por lo que la situación del regadío en los próximos meses "será esta, salvo que diluvie" antes del verano, algo que es "muy improbable".

Sobre el abastecimiento humano, Saura se ha mostrado más optimista porque los embalses que se destinan a tal fin se encuentran al 53,8 por ciento, de tal forma que la presa que "peor está tiene para más de un año" de suministro, lo que "permite enlazar con las lluvias de otoño e invierno del año que viene".

En el caso de Córdoba "hay garantía" para tres años más de abastecimiento, mientras que algunos embalses de las provincias de Jaén y Granada "no tendrían ni para una año", pero este período se ve ampliado para estas dos zonas gracias a técnicas como la extracción de aguas subterráneas.

Asimismo, ha concretado que el embalse del Guadalmellato, uno de los que abastece a la capital cordobesa, "garantiza el suministro del agua" para el consumo humano, "pero no para los regadíos, que tendrán que coger agua del río".

En general, Saura ha señalado que "hay que remontarse" a la sequía que sufrió el país en la primera mitad de la década de los 90 para alcanzar estos bajos niveles de volumen embalsado, aunque ha reconocido que en los últimos años de ese periodo seco "se vivieron incluso situaciones peores".

El informe revela que el caudal medio semanal del Guadalquivir en localidades como El Carpio es de 2,47 metros cúbicos por segundo, mientras que en un año hidrológico normal tendría que ser "diez veces superior".

Así, Saura ha reconocido que la situación de caudales "bajísimos" se ha repetido "mucho" en el Guadalquivir, por lo que se ha tenido que recurrir a desembalsar agua de los pantanos para "mantener un caudal ecológico".

Para finalizar, ha indicado que la situación actual "no es tan mala como la que se vivió" durante varios años de la década de los 90 gracias "a políticas de gestión como la captura de agua subterránea".