El PP ofreció ayer "lealtad, trabajo y compromiso" con Andalucía con el objetivo de alcanzar el consenso de todos los grupos para la reforma del Estatuto de Autonomía, y apeló al "espíritu del 28-F" para que el texto resultante sea fruto del consenso "frente a la exclusión y los proyectos excluyentes". En su intervención en el debate, Antonio Sanz hizo un llamamiento al consenso y ofreció la capacidad de trabajo de su partido para alcanzar este objetivo.

El portavoz popular advirtió de que para alcanzar el acuerdo de todos los partidos el texto resultante "no debe tener apellidos. No debe ser ni de derechas ni de izquierdas", sino que debe representar a la totalidad de los andaluces, algo que debe lograrse "mediante el trabajo de todos a partir de mañana mismo".

Antonio Sanz se agarró a lo que denominó "espíritu del 28-F", en el que los andaluces lograron en referendo que Andalucía fuera una autonomía "de primera", para hacer una apelación a la igualdad y la solidaridad, conceptos que, a su juicio, hoy en día peligran como consecuencia de otras reformas estatutarias.

IMPEDIR LA DESIGUALDAD Según el portavoz popular, Andalucía "no es una isla" dentro de España y hablar de lo que ocurre en otros territorios supone también la obligatoriedad de defender los derechos de los andaluces y de impedir la desigualdad, una estrategia que, a su juicio, debe estar encabezada por el presidente Chaves.

"No es un problema de plazos sino de que unos pretenden decidir por nosotros", recalcó Sanz, quien se dirigió al presidente de la Junta para reprobar su "irresponsabilidad" al defender a los más ricos frente a los pobres y al servir de "coartada" de los intereses políticos del presidente Rodríguez Zapatero.

El dirigente popular, que aseguró que el respaldo al Estatuto de Cataluña en los términos actuales supone un "obstáculo" para la aplicación del texto estatutario andaluz, lamentó la "tibieza, pasividad y sumisión" que ha adoptado el presidente de la Junta, al que volvió a pedirle que cambiara de actitud.

ABSTENCIpN JUSTIFICADA "La abstención es un camino para el consenso y pretende ser un sí al final de la reforma", subrayó Sanz, quien expresó la "disposición total" al diálogo por parte de su partido "desde mañana mismo". Recordó que los 181 votos particulares planteados por el PP "son un puente para el diálogo" y recordó que se basan en reclamaciones como el respeto a la Constitución, las competencias municipales y alcanzar más autogobierno pero también "más democracia", mediante la ampliación de garantías "que acaben con el abuso de poder" por parte del Gobierno.