El ex presidente del Gobierno Felipe González afirmó ayer que el presidente José María Aznar incurre con su posición ante la crisis de Irak en una "sucesión de despropósitos" que tiene como víctima a la política exterior de España y que "costará años remontar".

González, que visitó la sede del PSOE en Coria del Río, a trece kilómetros de Sevilla, criticó la postura del Gobierno y dijo a los periodistas que, aun "sin haber empezado todavía el conflicto" con Irak, la "primera víctima seria es la política exterior de España en la Unión Europa, en el Mediterráneo o en América Latina". Añadió que "se está haciendo un despropósito que nos va a costar trabajo y años remontar", y metafóricamente lanzó una advertencia: "La política exterior de un país es como subir a una cucaña, a la que siempre se sube con dificultad, con un enorme esfuerzo, pero se baja muy rápido, y nosotros estamos ahora mismo en el suelo".

Consideró que "parece elemental y razonable" que el Congreso se pronuncie sobre el conflicto, "incluso sin movimiento de tropas" españolas, matizó, y recordó que cuando él gobernaba, al empezar la crisis de 1991 por la invasión de Kuwait, "hubo una resolución del Congreso, además de cuatro debates, no sólo información". Rechazó las comparaciones "un poco a la desesperada" que el PP hace entre el momento actual y la crisis de 1991 tras la invasión de Kuwait por Irak, porque "eso no se sostiene".