Cuando todo un pueblo se vuelca con los más pobres y desfavorecidos, lo suele hacer intensamente, con ilusión, con gozo y alegría, dando de lo poco o mucho que cada uno de sus habitantes tiene. Es la verdadera y desinteresada solidaridad.

Este es el caso de Bujalance, que en una jornada vivida hacia los demás, llevó a cabo la Caravana de la Solidaridad, que se hizo por primera vez el pasado domingo, organizado por la Agrupación de Cofradías y la Cofradía de la Patrona la Inmaculada del Voto. Contó además con la colaboración del Imperio Romano, las Majorettes de Bujalance, el Ayuntamiento, la Policía Local y numerosos voluntarios.

La I Caravana Solidaria salió de la Parroquia de la Asunción y fue recorriendo las calles de Bujalance. A los sones de la Banda del Imperio Romano y el desfilar y bailar de las mayorettes. Los vecinos salían a la calle para ver el cortejo, además sacaban sus bolsas cargadas de alimentos. Los maleteros de los coches y furgonetas de la caravana se llenaban con todo tipo de alimento.

La cantidad que se iba recogiendo eran tan grande, que sorprendía y alegraba a los organizadores. Se vivieron casos muy emotivos, personas que entregaban lo poco que tenían, o niños que lo entregaban con gran ilusión.

Lo recogido en la I Caravana Solidaria, aproximadamente los 1.500 kilos de alimentos, serán entregados a Cáritas Parroquial, para ser repartidos entre los bujalanceños más desfavorecidos.

La caravana finalizó en la Plaza Mayor, rodeada de numerosos personas. En el acto de despedida, se entregó un diploma al Imperio Romano y a las mayorettes por su articipación, tras unas emotivas y sencillas palabras de presidente de la Agrupación de cofradías Manuel Angel Correas.