Agricultura
Asaja espera una disminución del 30% en la producción de almendra en Córdoba
El tamaño del fruto es bueno y la calidad también, lo que, junto al incremento de la superficie, compensa en parte el descenso de la cosecha

Un remolque descarga almendras en un centro de recepción de la provincia de Córdoba. / Francisco González
Asaja Córdoba ha informado de que se espera una disminución del 30% en la producción de almendra en la provincia de Córdoba respecto al año pasado, cuando se cosecharon aproximadamente 8.700 toneladas.
Esta reducción se debe a las incesantes lluvias durante la floración, así como la imposibilidad de tratamientos en esa fecha por no poder entrar a las fincas. Asimismo, se ha notado también que las plagas no tienen alternativas de materias activas para hacerle frente. No obstante, el tamaño del fruto es bueno y la calidad también, lo que, sumado al incremento de la superficie productiva, compensa en parte la disminución de la cosecha. A nivel regional, según los datos aportados en la Mesa Regional de Frutos Secos de Andalucía, integrada por las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA, Aeofruse y Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, se estima que la presente cosecha de almendra alcanzará las 39.636 toneladas, una cifra que supone un descenso del 4,68 por ciento con respecto a la campaña anterior, en la que se cosecharon 41.582 toneladas.
En España se alcanzarán las 127.639 toneladas en la campaña 2025, un 34% por encima de la media de los últimos cuatro años y un 5% respecto a la pasada campaña. La superficie productiva andaluza sigue creciendo, con un aumento de 12.126 hectáreas, de las que 4.133 son de regadío. Granada es la provincia con mayor incremento de superficie en secano, con 3.888 hectáreas, mientras que Sevilla es la que más crece en regadío, con 2.159 hectáreas.
Factores negativos
La mayor superficie ha compensado una serie de calamidades meteorológicas. Y es que las lluvias llegaron tarde a unos árboles muy afectados por la sequía. También, la coincidencia de las precipitaciones con la floración causó la pérdida de gran parte de la cosecha en determinadas zonas y variedades, el viento también perjudicó el vuelo de las abejas durante la polinización.
En el mes de abril granizó en muchas zonas, tirando fruto al suelo, además, se están observando problemas de hongos derivados de la gran cantidad de lluvias recibidas, factores que afectan a la cosecha final. Con todo, y pese a que el estado del cultivo ha mejorado mucho con las lluvias, la cosecha es menor que la del año precedente, con unas pérdidas del 4,68 por ciento, que podrían haber sido peores de no compensarse con el aumento de la superficie productiva.
En cuanto al resto de provincias, Almería se mantiene en las mismas cifras del año anterior, con 4.500 toneladas, ya que el descenso de la cosecha se ha visto compensado con el buen tamaño de los frutos y por el incremento de la superficie productiva. Hay que resaltar que, aunque la cosecha se mantiene, “venimos de muchos años consecutivos de importantes pérdidas en la provincia”. La cosecha podría seguir disminuyendo debido a los graves problemas de hongos que se padecen, se siguen cayendo almendras, y a la plaga de avispilla, que está causando importantes estragos.
En Cádiz, con 924 toneladas, registra un incremento del 4,41 por ciento sobre las 885 toneladas del año anterior, ya que, pese a la fuerte afectación de las lluvias durante la floración y el cuajado, el crecimiento de la superficie productiva hace que la cosecha sea superior.
En Granada, con 9.828 toneladas, debido a las incidencias meteorológicas como el granizo o la nieve en la zona norte y la lluvia en el sur, se espera una disminución del 10,65 por ciento sobre las 11.000 toneladas cosechadas el año anterior. Se siguen cayendo almendras por efecto de los hongos.
Por su parte, Huelva, con 1.089 toneladas, está muy afectada por las lluvias en las etapas de floración y cuajado, viendo caer la cosecha un 14,04 por ciento sobre las 1.267 toneladas del año precedente. Jaén es la otra provincia que registra un incremento en la producción. Pese al daño provocado por la monilia, que hacía esperar una cosecha media, similar a la de 2024 e incluso algo inferior, ha aumentado la cosecha estimada debido a la entrada en producción de nuevas plantaciones, concretamente 1.700 toneladas, lo que supone un incremento del 27,82 por ciento, sobre las 1.330 toneladas de 2024.
En Málaga, con 1.094 toneladas, disminuye la cosecha un 21,85 por ciento sobre las 1.400 toneladas del año precedente. Se espera una cosecha floja debido a la coincidencia de las lluvias con la floración y al estado previo del cultivo por la prolongada sequía.
En cuanto a Sevilla, se ha perdido hasta un 50 por ciento de la cosecha en algunas zonas de regadío y un 30 por ciento en secano. El viento y las lluvias han dificultado la floración y el cuajado, y, en el mes de abril, la situación empeoró con el granizo. Pese a todo, el tamaño y la calidad del fruto resiliente son buenos, y la superficie productiva ha aumentado significativamente, lo que deja la disminución de la cosecha en un 4 por ciento, dando una cifra final de 12.000 toneladas, frente a las 12.500 del año anterior.
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