Corte histórico de luz

El vacuno de leche, principal afectado en el campo cordobés por el apagón eléctrico

El apagón causa retrasos en el ordeño y gran malestar en el ganado vacuno | En los días posteriores los animales han bajado su producción por el estrés y ha habido granjas que han tenido que desechar la leche ordeñada en el tanque al no poder mantenerse la cadena de frío

Una explotacion ganadera de la provincia.

Una explotacion ganadera de la provincia. / CÓRDOBA

Pozoblanco

El apagón eléctrico que afectó el pasado lunes a la Península Ibérica ha causado incidencias en el sector del vacuno de leche con numerosas explotaciones que tuvieron que interrumpir el proceso del ordeño, lo que también ha generado problemas de bienestar animal.

El presidente de la Asociación Frisona de Dos Torres (Afrido), Juan Francisco Sánchez, explica que en las granjas con ordeño robotizado los problemas fueron menores, ya que tienen generadores automáticos que funcionaron tras el apagón. La problemática fundamental se ha dado en las explotaciones con sala de ordeño, que realizan dos ordeños al día con una separación de 12 horas entre ellos. 

Sánchez indica que «hubo granjas con generadores de electricidad que no tuvieron problema, pero las que no disponían de generadores han registrado pérdidas de producción y económicas». El apagón se produjo cuando ya se había realizado el ordeño de la mañana pero quedaba el de la tarde, que se retrasó en algunos casos entre 7 y 10 horas, dependiendo de la hora de vuelta del suministro eléctrico. 

Entre un 20% y un 30% menos

El presidente de Afrido, que a su vez es veterinario, pone de relieve que «eso supone un estrés muy alto para el animal asociado a la acumulación de la leche en la ubre que le produce dolor mamario y, como consecuencia de esto, se ha producido una bajada de producción de los días posteriores de un 20 a un 30% menos, que se irá recuperando con los días». Además de que «aumenta el riesgo de vacas con mamitis clínica o pérdidas reproductivas consecuencia del estrés producido», indica.

David Bejarano, ganadero de Pozoblanco, señala que «las vacas son animales de costumbres que están habituados a sus horarios de ordeño, y ha habido ganaderos que han visto con inquietud cómo el retraso en el ordeño causó un almacenamiento excesivo en las ubres y los animales se estresan y se ponen nerviosos agolpándose en la puerta de la sala de ordeño».

Horas de incertidumbre

Los productores esperaban con «agobio» el restablecimiento del suministro eléctrico en un contexto de dificultades de comunicación, ya que no había posibilidad de llamar para encontrar generadores y también de localizar electricistas que los conectaran. David Bejarano, como otros muchos ganaderos, comenzaron el ordeño cuando volvió la electricidad, «que menos mal que no tardó más y la tuvimos sobre las doce y diez de la noche», y así estuvieron ordeñando hasta las 3.30 de la madrugada.  

También el ganadero Juan Francisco Frutos, de Pozoblanco, señala cómo se vivieron esas horas «de incertidumbre porque pasaba el tiempo y las ubres tenían más litros de leche de los recomendados».

Sin poder extraer agua de los acuíferos

Por otra parte, el presidente de Afrido asegura que en muchas granjas este problema se agrandaba aún más, ya que los animales tampoco tuvieron disponibilidad de agua al no poder ser extraída de los acuíferos, para lo que se emplean bombas eléctricas, «y el estrés de los animales se multiplicó».

A determinadas vacas ese aumento de volumen de la ubre por acumulación de la leche hace que los ligamentos suspensores lleguen a romperse y pierdan la morfología natural de la ubre restando vida productiva a la vaca y aumentando el riesgo de mamitis para toda su vida. Y a ello se suman las pérdidas económicas en los casos en los que en los tanques no se alcanzó la temperatura baja de conservación, «y esa leche ha habido que tirarla», o cuando se ha roto la cadena de frío. 

El conjunto del sector agrario sufrió problemas de gestión durante el apagón por las interrupciones informáticas, que afectaron, entre otros, a la tramitación de las ayudas de la PAC, según informa Asaja, que recuerda que el cierre de gasolineras impidió el abastecimiento de combustible de la maquinaria agrícola. 

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