Guía de almazaras de Córdoba

Las rutas del aceite de oliva en Córdoba

Capital y provincia cuentan con un importante patrimonio ligado, en parte, al tradicional cultivo del olivar

Una vista de la Mezquita-Catedral, seña de identidad patrimonial de la provincia.

Una vista de la Mezquita-Catedral, seña de identidad patrimonial de la provincia. / CÓRDOBA

Córdoba es uno de los grandes producto res de aceite de oliva virgen extra (AOVE) del mundo; por eso buena parte de su historia y su cultura están íntimamente ligadas al oro líquido. Ya desde época romana eran conocidas y explotadas las excelencias de los aceites que se elaboraban en esta parte de la antigua Bética y abundaban los campos repletos de olivares que ya entonces vestían esta tierra con el verde y plata de sus hojas. Un aceite que se dedicaba al uso culinario, pero también a otros, como el medicinal o para la elaboración de cosméticos y ungüentos. Y lo mismo harían el resto de culturas y pueblos, con mayor o menor fortuna, que han habitado y construido este territorio y cuya huella está aún presente en los cuatro puntos cardinales de la provincia. Hoy es posible hacer ese recorrido para descubrir los sabores y la riqueza que desde antiguo han seducido el paladar y los sentidos de propios y de viajeros. 

Indudablemente el cultivo del olivar ha modificado el paisaje y condicionado buena parte de la vida de quienes habitan la provincia. Córdoba cuenta con ocho rutas del aceite, promovidas por la Diputación Provincial, que invitan a adentrarse en la peculiaridad de los aceites que se elaboran en cada una de las comarcas de la provincia, cada uno con sus matices, cada uno con su singularidad y cada uno con su particular patrimonio histórico y cultural.

Primera ruta: Montoro-Adamuz

La primera ruta nos invita a recorrer los aceites en la zona de Montoro-Adamuz, que cuentan con su propia Denominación de Origen Protegida (DOP). Discurre tanto por su parque natural, como por algunas localidades de su entorno: Adamuz, Villaharta, Espiel, Villaviciosa, Obejo, Villanueva del Rey y Hornachuelos.

El itinerario nos brinda la oportunidad de conocer la riqueza de la flora y fauna de la zona, lugar de protección del lince ibérico y donde es posible descubrir las nutrias que recorren las limpias aguas del Guadalquivir, o los restos de antiguas fortalezas como los castillos de Mota y Julia. En Adamuz el viajero descubrirá la enorme riqueza paisajística y cinegética de este municipio y de sus Montes Comunales; en Villaharta, el encanto de un pueblo blanco; en Espiel, el conjunto visigodo del Cerro del Germo, del siglo I, o la parroquia de San Sebastián, cuya construcción se inició en el siglo XIV y finalizó en 1980; en Villaviciosa, del es plendor de la naturaleza con paisajes de dehesas, bosques o pinares que fluyen entre el Guadiato y el Névalo y que ofrecen muchas posibilidades a los amantes el deporte activo.

Mientras, en Obejo están presentes la huella de la Prehistoria, de íberos, romanos visigo dos o árabes; en Villanueva del Rey, de una rica y extensa gastronomía en la que el aceite de oliva es su principal aliado; en Hornachuelos, del embalse del Bembézar y su entorno, y sus aldeas o de los guisos de caza mayor.

Ejemplar de lince ibérico en la provincia de Córdoba.

Ejemplar de lince ibérico en la provincia de Córdoba. / CÓRDOBA

Segunda ruta: Los Pedroches

La segunda ruta nos transporta a Los Pedroches, tierra de AOVE pero también de abundante ganadería que pasta en sus dehesas. En esta ruta se incluyen las localidades de Villanueva de Córdoba, que presume de una arquitectura peculiar en la que el granito es su mayor protagonista; Pozoblanco, con su conjunto de antiguas iglesias y ermitas; Hinojosa del Duque, que cuenta con un extraordinario patrimonio religioso, como la parroquia de San Juan Bautista, conocida como la Catedral de la Sierra por su magnífica fábrica. Y a todo ello se añade el hecho de que estos municipios forman parte del territorio incluido en la DOP Los Pedroches, con sus jamones ibéricos de bellota. 

Tercera ruta: aceites de Baena

La tercera ruta propone un recorrido por los aceites de Baena, que cuentan con su propia DOP, y visitas a siete municipios. Allí podrán pasear por Castro del Río, un antiguo pueblo fortaleza que ha recuperado parte de su castillo y que tiene un rico patrimonio ar quitectónico. En Baena, por su parte, se en cuentra el Museo del Olivar y del Aceite, el Museo Arqueológico de la Tercia, el castillo de la localidad y su antigua Almedina, hoy su casco histórico, pero también distintos monumentos, el extenso yacimiento de Torreparedones o la sorprendente Cueva del Yeso. Esta ruta incluye también a Zuheros, presente en algunos rankings como uno de los pueblos más bonitos de España y donde se ubica la Cueva de los Murciélagos.

Cuarta ruta: historia y tradición

La agenda de destinos oléicos la continúan Cabra, enclavada como Zuheros en las Sierras Subbéticas, que conserva un gran patrimonio arquitectónico; Luque, tierra fronteriza de la que da fe su antigua forta leza; Nueva Carteya, con un templo de estilo neoclásico, y Doña Mencía, con su barrio árabe enclavado junto al castillo. 

Quinta ruta: itinerarios de DOP

La quinta ruta nos invita a conocer los aceites de Priego de Córdoba, con su propia DOP, y conocida como la capital del barroco cordobés por la infinidad de construcciones levantadas con este estilo, como la Fuente del Rey, con sus 139 caños. Almedinilla forma también parte de esta propuesta, una localidad conocida por sus importantes yacimien tos arqueológicos, como la Villa Romana de El Ruedo o el poblado ibérico de El Cerro de la Cruz. Se incluyen, además, Fuente Tójar, ya poblada en época íbera y Carcabuey, que per tenece al parque natural, un espacio clave para actividades de turismo activo y con varias parroquias muy antiguas.

En otro orden geográfico, en este itinerario también se invita a conocer de cerca a la Campiña Sur, en especial ubicaciones como La Rambla, conocida por su actividad alfarera; Santaella, con la iglesia de la Asunción, la Catedral de la Campiña; Montilla, cuna y madre de los vinos que se amparan bajo su propia DOP; Aguilar de la Frontera, con sor prendentes templos de los siglos XVI a XVII; Lucena, la antigua ciudad judía de Córdoba; Rute, famosa por sus aguardientes y dulces y Puente Genil, con su huella industrial; y, por último, Iznájar, otro de los pueblos considerados «de los más bonitos».

Iznájar es una de las visitas que propone el recorrido por la provincia.

Iznájar es una de las visitas que propone el recorrido por la provincia. / CÓRDOBA

Sexta ruta: aceituna picual

La sexta ruta, bajo el dominio de la aceituna picual, discurre por los pueblos del Alto Guadalquivir, en los que el río es uno de sus protagonistas. Atraviesa los municipios de El Carpio, con su torre del homenaje de origen medieval; Pedro Abad, con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XIV; Montoro (una vez más), con un pintoresco y monumental con junto histórico-artístico; Villa del Río, con su puente romano; Cañete de las Torres, con su torre del homenaje que presidió su antiguo castillo; Bujalance, cuya parroquia de San Francisco es considerada una auténtica joya del arte barroco andaluz; Villafranca, con una gran diversidad paisajística y Espejo, con su castillo ducal, del siglo XIII.

Séptima ruta: producto variado

La penúltima ruta, marcada por la multi variedad de la aceituna, se adentra en Almodóvar del Río, conocida por su castillo; Posadas, que atesora un interesante patrimonio urbano y natural; Palma del Río, zona de cultivo de naranjos y Fuente Palmera, tierra de colonos, al igual que La Carlota

Octava ruta: broche en la capital

La octava ruta termina en Córdoba, con sus cuatro inscripciones en la Lista del Patrimonio Mundial concedidas por la Unesco: la Mezquita-Catedral, otorgada en 1984; el casco histórico (1994), la Fiesta de Los Patios, (2012) y Medina Azahara (2018).

Tracking Pixel Contents