Encuesta de precios de la tierra de la Junta

El cítrico en riego es el cultivo más caro al llegar a 51.000 euros por hectárea

El olivar se mueve entre los 31.000 y los 45.000 euros dependiendo de si la finca es de regadío o de secano, mientras que los viñedos caen en su valoración con respecto al año anterior

Recogida de cítricos en una finca cordobesa, en una imagen de archivo.

Recogida de cítricos en una finca cordobesa, en una imagen de archivo. / A. J. González

Rafael Verdú

Rafael Verdú

El precio de la tierra agrícola en la provincia de Córdoba se mantuvo estable durante el año pasado, según el último informe publicado por la Junta de Andalucía, con escasas variaciones en determinados cultivos. En comparación con otras provincias andaluzas con más fluctuación, el territorio cordobés ofrece una cierta continuidad en cuanto al coste de la tierra.

Las fincas de cítricos en regadío son las más caras en la provincia, y oscilan entre los 40.000 y las 51.000 euros, en cifras redondas, con una media de poco más de 45.000 euros por hectárea, lo que ha supuesto un incremento de un 2% con respecto al año anterior. El mismo cultivo está sensiblemente más caro en otras provincias donde también se cultivan.

Por ejemplo, en Sevilla, la media por hectárea ronda los 48.000 euros; si se trata de mandarinos en lugar de naranjos, cuestan incluso un poco más debido a un incremento en la vecina provincia de un 9% para ese cultivo exclusivo. En Málaga, la hectárea de cítricos se cotiza a 50.000 euros de media, tras haber subido un 7% en un solo año. En Huelva, el mandarino está a ese mismo precio, y algo más baratos los naranjos, a 45.000 euros de media.

El olivar

El olivar cordobés es el segundo cultivo más caro, pero con una gran fluctuación si se trata de tierras de regadío, mucho más productivas aunque necesitan tener garantizada el agua (cosa que ha empezado a suceder tras las lluvias de la primavera), o de secano. En el primer caso, el año pasado se pagaron las fincas entre 31.000 y 45.000 euros por hectárea, con una subida del 2% respecto a 2022. En el segundo, es decir las tierras de secano, los precios oscilaron entre los 22.000 y los 31.000 euros.

Por el mismo cultivo, en Granada se pagan unos 3.000 euros más por hectárea, en tanto en que Jaén, una potencia olivarera, los olivos de regadío están un poco más caros que en Córdoba (entre 33.000 y 47.000 euros), pero los que no necesitan riego estuvieron más baratos: entre 19.000 y 30.000 euros.

Las diferencias entre los tipos de cultivo son aún más notorias en el caso de los herbáceos, un grupo en el que se cuentan, entre otros, los cereales o las legumbres. Pues bien, en los casos más extremos la diferencia de precio puede multiplicarse por cuatro.

Regadío y secano

Las fincas en regadío para estos cultivos en la provincia de Córdoba costaron el año pasado entre 26.000 y 36.000 euros, tras haber experimentado un crecimiento en su coste del 1%. Por el contrario, si esa misma tierra está en secano o en barbecho, su precio se mueve entre los 8.000 y los 13.000 euros, cifras idénticas a las del año anterior.

Sin embargo, las fincas agrícolas más baratas en el territorio cordobés (al igual que en el resto de Andalucía) son las destinadas a los pastos, que se mueven en el entorno de los 4.000-6.000 euros por hectárea. Han experimentado una bajada de precio del 3% con respecto al año previo.

El viñedo está caro, pero ha registrado una bajada también del 3%. Una explotación de secano (como todas en el marco Montilla-Moriles) para la elaboración de vino (distinguiéndola de la uva de mesa que se cultiva por otros lares) costaba el año pasado entre 25.000 y 35.000 euros. Son precios unos 5.000 euros por encima de lo que se abona en Cádiz, por citar un ejemplo de otra provincia con tradición vinícola.

Las fincas más caras

Todos estos precios palidecen cuando se comparan con la agricultura intensiva de invernadero que se da en Huelva y Almería, sobre todo, que se realiza bajo plásticos y con un gran consumo de agua. Pues bien, en estos casos una sola hectárea puede llegar a costar hasta cerca de 400.000 euros, como ocurre en el caso de hortalizas como los tomates que se producen en Almería o Granada.

Las explotaciones de fresón de Huelva o los frutos tropicales de Málaga también cotizan alto, aunque no tanto: no llegan a los 200.000 euros por hectárea de media. En Cádiz, además, el cultivo de hortalizas al aire libre requiere de una inversión superior a los 133.000 euros por hectárea de media.

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