El 95% del aceite industrial usado recogido en Andalucía durante el pasado año se destinó a regeneración, el tratamiento que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes, según informó ayer Sigaus, empresa encargada de garantizar la recogida de aceite usado en toda España . Gracias al residuo regenerado fue posible producir más de 12.000 toneladas de nuevos lubricantes, evitando así el consumo de 5,7 millones de barriles de petróleo y la emisión a la atmósfera de más de 13.000 toneladas de CO2. El 5% restante del aceite usado se destinó a valorización energética, produciendo un combustible similar al fuel óleo.

En 2022, cerca de 13.000 establecimientos andaluces de todo tipo generaron 22.191 toneladas brutas de aceites industriales usados (una cantidad que incluye un 8% de impropios, como agua o sedimentos). Más de la mitad de estos establecimientos (7.156) fueron talleres mecánicos (establecimientos multimarca, multiservicios, concesionarios o mecánica rápida), constituyendo la actividad de mayor generación de este residuo peligroso: el 47% del volumen total recuperado en esta comunidad por Sigaus, el sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en toda España.

El resto del residuo se recogió en sectores muy heterogéneos, como la industria, la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, e instalaciones muy diversas, como hospitales, instalaciones militares, campos de golf, centros educativos o puntos limpios, entre otras, que sumaron un total de 5.544 establecimientos (el 44% del total).

En cuanto al consumo de lubricantes, durante el pasado año, a través de la red de gestores que recogen aceites usados, se llevaron a cabo 35.675 recogidas en los 630 municipios andaluces en los que se generó este residuo.