DATOS DE LA CONSEJERÍA DE SOSTENIBILIDAD Y MEDIO AMBIENTE

La falta de relevo generacional causa un descenso de cazadores

La Federación culpa a las nuevas corrientes animalistas de la pérdida de interés entre los jóvenes

Un cazador, en plena actividad en la comarca de Los Pedroches, en una foto de archivo.

Un cazador, en plena actividad en la comarca de Los Pedroches, en una foto de archivo. / RAFA SÁNCHEZ

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

El problema de la falta de relevo generacional en el mundo rural tiene su reflejo en todas las actividades que se desarrollan en él. Un ejemplo es el de la caza, actividad que está ya notando ese fenómeno, pues en los últimos cinco años la provincia de Córdoba ha perdido 651 licencias de caza, según los datos que maneja la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta.

En concreto, según esta fuente, en julio del año 2018 Córdoba tenía 37.082 licencias de caza que cinco años después se han quedado en 36.431, como consecuencia, según apunta el delegado de la Federación Andaluza de Caza en Córdoba, Francisco José Cano, del desinterés creciente de la juventud por esta actividad.

Cano señala que este fenómeno se viene dando en todo el territorio nacional, pues la edad media de los cazadores españoles va creciendo y cada día son más los que por la edad, que conlleva una merma en sus condiciones físicas, van dejando de cazar y, por tanto, no renuevan la licencia. Sin embargo, ese abandono del deporte cinegético no se ve compensado con el número de nuevas incorporaciones.

Menos jóvenes en los exámenes para obtener la licencia

Similar razonamiento es el que hacen desde el Instituto Andaluz de la Caza, perteneciente a la Consejería de Sostenibilidad. En concreto, señalan que «en la caza, igual que en el resto de las actividades del mundo rural, se está notando ya la falta de relevo generacional» y citan como ejemplo que «cada vez que hay exámenes para conseguir la licencia vienen menos jóvenes».

Francisco José Cano añade sobre esta misma idea que, en la actualidad, los jóvenes que están llegando a la caza lo hacen porque están vinculados desde pequeños a ello, casi siempre porque su padre o familiares son cazadores, «el que no conoce o no tiene vinculación ninguna es muy difícil que se incorpore a la actividad», apunta el representante de los cazadores cordobeses.

Francisco José Cano culpa de este descenso no solo a la edad de los cazadores en activo y la evolución demográfica de la provincia, sino que también cree que una parte importante de la responsabilidad recae en «la moda animalista» que se ha implantado en la sociedad actual. El delegado de la Federación de Caza en Córdoba señala que estos grupos, cada vez más numerosos, «solo difunden de la caza la idea de que se matan animales, cuando no es así».

Carga ecológica, socioeconómica y laboral

A su juicio, «la caza es mucho más», pues insiste en que tiene una fuerte carga ecológica, socioeconómica, laboral y de cuidado del medio ambiente, en cuestiones tales como el control de la densidad poblacional de algunas de las especies. «Eso no se cuenta desde la parte animalista, solo ven que se matan animales».

Para combatir esta tendencia y fomentar la afición al mundo cinegético, la federación organiza actividades orientadas a los niños, «con la finalidad de que conozcan esos otros aspectos». Así, señala que se organizan charlas en colegios, exhibiciones caninas, de cetrería, etcétera, y cuestiones que puedan ser atractivas y llamar la atención de los menores por este deporte tan extendido por la provincia de Córdoba.

Para obtener la licencia de caza, distintas entidades, bien organizaciones agrarias o de cazadores, llevan a cabo cursos de formación de 22 horas y luego los asistentes han de superar un examen. Una vez superada dicha prueba, ya se consigue la licencia para siempre.

Según los datos facilitados por la Junta, en la provincia de Córdoba existen un total de 1.463 cotos de caza, de los que 1.164 son de caza menor y 299 de caza mayor. En total, ocupan 1.280.787 hectáreas de terreno, lo que supone que alrededor del 90% de la superficie de la provincia de Córdoba está acotada.

Desde el año 2018, la superficie acotada de la provincia ha aumentado en 146.243 hectáreas y el número de cotos en seis.

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