Córdoba tiene un déficit medio de lluvias superior a los 135 litros

La provincia de Córdoba presenta al inicio del mes de abril un déficit hídrico, que es la lluvia que debería haber caído, que ronda los 135 litros por metro cuadrado de media, según los datos que recoge la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que aporta datos de 10 estaciones meteorológicas de la provincia.

La media de precipitaciones caídas entre octubre y finales de marzo en estos diez controles, ubicados en todos los puntos de la provincia, es de 280,3 litros por metro cuadrado, cuando la media que recoge la Aemet sería de unos 415 litros. Este déficit no es el mismo en todos los lugares de la geografía cordobesa, ya que hay zonas donde porcentualmente la necesidad de lluvia sería mayor, como es el caso de la zona de Los Pedroches, donde en los puntos de control de Villanueva de Córdoba e Hinojosa la lluvia caída apenas supera la mitad de lo que hubiera sido normal. En concreto, en la localidad jarota el déficit hídrico es de 175,4 litros, ya que han caído solo 245,4, cuando la media histórica es de 420,8. En Hinojosa, en el mismo periodo de tiempo, las precipitaciones registradas han sido de 169,4 litros, frente a los 295,6 que arroja la media.

En el caso de la capital, el déficit hídrico que recoge la Aemet es de 94,6 litros, puesto que mientras la media histórica indica que se deberían haber recogido en torno a los 467,8 litros, hasta el momento solo se han contabilizado 373,2, lo que supone un 79,8% de la media.

Esta falta de precipitaciones está teniendo su repercusión en las reservas de agua de los embalses de la provincia, que siguen perdiendo recursos. En estos momentos, los pantanos cordobeses se encuentran al 19,46% de su capacidad y solo almacenan 646 hectómetros cúbicos de los 3.320,3 para los que tienen capacidad.

Esta escasez de agua almacenada es la que está poniendo en alerta no solo a los agricultores sino también a las administraciones, que están implementando nuevas medidas para garantizar el suministro. Ejemplo de ello son el trasvase urgente que se hizo entre La Colada y Sierra Boyera, en la zona norte, y la conexión entre el Guadalquivir y el pantano de Martín Gonzalo, en la zona oriental.

En el caso de la agricultura, en los últimos días los productores de hortalizas, tales como la cebolla o el ajo, entre otros productos, han reclamado un adelanto de los desembalses previstos para garantizar que las cosechas salen adelante, pues las condiciones climáticas actuales han hecho que las plantas se desarrollen antes de lo habitual y se hace necesario un riego que evite la pérdida de las mismas. Sin embargo, la Confederación, por ahora, no ha sido receptiva a la petición.

La situación actual de los pantanos cordobeses, según se desprende de los informes de la CHG, distan mucho de la que presentaban hace justo diez años, pues a finales del marzo del año 2013 el volumen de agua embalsada se situaba en el 95,76%. Cinco años después, en 2018, ya se apreciaba un considerable descenso de los recursos almacenados, pues a 31 de marzo, el volumen de agua embalsada en la provincia solo llegaba al 55,24% de la capacidad.

El descenso de los niveles de los embalses cordobeses no ha cesado hasta llegar a la situación actual. El año pasado por estas mismas fechas ya se vivía una situación preocupante, con niveles que no llegaban ya a la cuarta parte del total (24,8%).

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