VENTANA A LA NATURALEZA

Golondrinas, aviones y vencejos, insecticidas naturales

Estas tres especies llegan por esta época. Son grandes consumidoras de insectos voladores y poseen además la característica común de contar con una gran capacidad de apertura de sus bocas que les permita captar a dichos insectos en el transcursos de sus vuelos

Golondrinas, aviones y vencejos, insecticidas naturales

Golondrinas, aviones y vencejos, insecticidas naturales / R. Arenas

Entre finales de febrero y primeros de marzo llegan a nuestras latitudes, tras un largo viaje desde el África subsahariana, tres especies de aves muy características que generalmente crían en nuestro entorno urbano y que son grandes consumidoras de insectos voladores. Tienen una característica común, poseen una boca con gran capacidad de apertura para capturar los insectos en vuelo. Se puede decir que materialmente funcionan como filtradores de aire en sus recurrentes vuelos capturando insectos al paso. Se ha citado que por ejemplo los vencejos consumen 60 kilogramos de insectos al año, los aviones comunes 350 insectos al día y la golondrina 60 insectos en una hora. Haced cálculos del consumo de dos adultos y los 3 a 6 pollos que suelen criar. La base de la alimentación la conforman moscas, mosquitos y pulgones, hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos. Prestan un servicio ecosistémico sin coste alguno y sin efectos secundarios como ocurre con los fitocidas, son grandes aliados en nuestro ecosistema urbano. A pesar de ser especies distintas suelen ser confundidas y se les llama golondrinas. Difieren tanto en su morfología, tamaño como en su biología reproductora.

El vencejo es la especie que está más adaptada al vuelo, sus patas son tan pequeñas y débiles que al caer al suelo no les permiten dar un salto y echar a volar con sus grandes alas aerodinámicas de una envergadura de 45 centímetros. Todo el año están surcando el aire sin posarse en ningún sitio, incluso duerme suspendido. Únicamente se posa en el período reproductor, nidifica en el interior de huecos de tejados, fachadas y de ventanas. Son muy fieles a sus nidos y cuando han sido tapados intentan insistentemente de forma desesperada entrar una vez y otra vez. A mediados del verano son muy llamativas las persecuciones y griteríos de bandadas de estas aves surcando el aire a gran velocidad filtrando el aire. Para hacernos una idea de este aspecto podemos consultar las fotografías presentadas en una exposición denominada Ornithographies: Así escriben los pájaros en el cielo, de Xavi Bou.

Golondrinas, aviones y vencejos, insecticidas naturales

Golondrinas, aviones y vencejos, insecticidas naturales / Javier Arenas BIÓLOGO

Los aviones comunes y las golondrinas comparten que hacen sus nidos con barro que amalgaman con saliva y cuando se solidifica adquieren dureza y rigidez. Pueden permanecer años sin alterar y ser reutilizados. La diferencia viene dada en que los aviones nidifican bajo cornisas en colonias más o menos abundantes con nidos cerrados por todas partes excepto por su entrada, y las golondrinas los realizan aislados y son abiertos en su parte superior. Es muy común observar a estas especies con idas y venidas desde zonas embarradas hasta los lugares de nidificación.

Los aviones son más pequeños, con una envergadura de unos 28 centímetros, la parte ventral clara y negro azulado en su parte dorsal. La cola es ahorquillada y la zona por encima de ella que se llama obispillo es de color blanco. Sus vuelos suelen ser en altura para alimentarse entre los altos del vencejo común y los más bajos de la golondrina que incluso los realiza a ras de suelo. Es la especie más prolífica porque llega a tener 2-3 polladas al año. Son los más abundantes y más observables por la naturaleza de sus nidos y sus colonias de nidificación.

Por su parte, las golondrinas son de plumaje de color negro con reflejos azules metálicos por arriba y blancos crema en las partes inferiores. Su envergadura es intermedia a las otras dos especies (33 centímetros). Es característica su frente y garganta rojas y una especie de collar negro. Las alas son más largas y apuntadas que en los aviones, y su cola muy larga y mucho más ahorquillada con puntas externas mucho más largas.

Estas tres especies están en franca regresión, la golondrina y el vencejo están catalogadas como «vulnerables» y el avión como «preocupación menor». Una causa común que afecta a las tres especies es la disminución de recursos alimenticios por la utilización de pesticidas en el medio rural y urbano que ha hecho descender de manera alarmante las poblaciones de insectos, y que implica una menor productividad.

Aviones comunes y golondrinas hacen sus nidos con barro que amalgaman con saliva

Los vencejos están muy afectados por la perdida de huecos para la nidificación en las reformas que se hacen en edificios antiguos, muchas de ellas promovidas por la misma administración, y que no contemplan la coexistencia con esta especie a pesar de estar previsto en la legislación vigente. Su tendencia a intentar criar en donde lo han hecho siempre, hace difícil recuperar colonias antiguas. Las restauraciones deben tener en cuenta este aspecto y acondicionar los lugares de cría. Nidales artificiales que no estén colocados casi en el mismo lugar, no serán ocupados.

En el caso del avión común ya es menos frecuente el derribo de los nidos pero cada vez tienen más dificultades para encontrar lugares adecuados donde extraer el barro porque las grandes ciudades cada vez se sellan más superficies con hormigón o asfalto, relegando los lugares con tierra.

El nuevo paradigma que comienza a extenderse sobre la naturalización de la política de parques y jardines que promueve una flora más diversa, autóctona, sin químicos y en contacto con el medio natural exterior puede ayudar a mejorar la alimentación de estas especies y los lugares donde encontrar material para la nidificación, pero en el caso del vencejo hay que adoptar políticas más potentes para impedir la pérdida constante de lugares de nidificación. El futuro está en cambiar nuestra relación con la naturaleza.

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