La CHG maneja dotar 700 metros cúbicos por hectárea para los cultivos de mayor consumo

Feragua alerta de que el riego tendrá restricciones del 88%

Los regantes afirman que eso supondrá fuertes pérdidas para las explotaciones agrícolas

Reunión de la primera comisión de desembalse del año, la pasada semana.

Reunión de la primera comisión de desembalse del año, la pasada semana. / CÓRDOBA

La federación de regantes Feragua ha advertido de que la previsión dedesembalse que ha hecho la CHG para la campaña de riego 2023 significaría que, para dotaciones de 6.000 metros cúbicos por hectárea, habría un nivel de restricciones del 88% y, «por tanto, fuertes pérdidas para las explotaciones, provocadas por la superficie dejada en barbecho y sin cultivar y la caída de la producción ligada a la menor disponibilidad de agua en los cultivos implantados».

Para Feragua, «haría falta casi un milagro para tener una campaña de dotaciones normales. El milagro sería una primavera muy lluviosa capaz de aportar 1.400 hm3 a nuestros embalses». Pero para ello, la probabilidad que da la CHG es del 10%-15%. Tampoco parece fácil siquiera que se llegue a una campaña como la de 2021 en la que se aprobó un desembalse de 925 hm³ --la CHG aumenta hasta el 35% las posibilidades las posibilidades de ese escenario--. Sin embargo, Feragua cree que si las aportaciones fueran similares a las del año pasado en el periodo de marzo a abril «se alcanzaría a primeros de mayo un volumen en la Regulación General de 1.500 hectómetros cúbicos, lo que permitiría autorizar 500 hm3 para desembalse».

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tras la reunión de la primera comisión de desembalse del año, ha alertado de un déficit de precipitaciones en la cuenca del 20% con respecto a la media registrada para los últimos 25 años, así como de un 60% menos de aportaciones a los embalses, en relación a la misma media.

En este sentido, el presidente del Organismo, Joaquín Páez, ha informado que, «por quinto año consecutivo, las aportaciones recibidas durante el año hidrológico no han permitido recuperar el volumen que se desembalsa durante la campaña de regadío». 

Ante estos datos, la Confederación ha compartido una primera previsión para la próxima campaña de riego, según la cual, en un escenario de ausencia de precipitaciones como el que actualmente padece la cuenca, el desembalse que se maneja es de 375 hectómetros cúbicos y una dotación máxima de 700 metros cúbicos por hectárea para los cultivos de mayor consumo, volumen que se reduciría proporcionalmente según la dotación concesional. Esto supone poco más de la mitad de los 600 hectómetros cúbicos aprobados en mayo del año pasado, con una dotación máxima de 1.750 metros cúbicos por hectárea para las dotaciones concesionales más altas, volumen que se reduciría proporcionalmente para las dotaciones concesionales inferiores.