El pasado día 1 de noviembre se dio por iniciada oficialmente la campaña de recolección de piñas de la provincia, una recogida que en un casi un 80% tiene como destino la cooperativa Coforest de Villaviciosa, y que este año se verá reducida a más de la mitad de un año normal.

Según ha explicado a este periódico Enrique Prieto, vicepresidente de la entidad, en un año normal la cantidad de piña recogida asciende a unos 850.000 kilos y este año se quedará rondando los 350.000. Aún así, no es la peor cosecha, puesto que hace dos años apenas se superaron los 50.000 kilos. Los motivos fundamentales que han influido en esta bajada de la producción son la sequía, «que ha dejado los árboles secos, sin savia», explica Prieto, pero también las plagas, como la de la procesionaria, sobre la que señala que «no hay dato científico que explique por qué se produce». El tercer factor es la vecería que también tiene el pino, que hace que algunos años produzca menos. Por eso, confía el empresario en que el año que viene sea ya una campaña normal.

A la cooperativa de Villaviciosa, de la que también es socio el Ayuntamiento, llegan piñas hasta mediados de abril, procedentes de unas 60.000 hectáreas, tanto de fincas públicas como privadas. En sus instalaciones se conserva la piña hasta el mes de junio, que es cuando se inicia la segunda parte de esta actividad, la saca del piñón, que es el producto valioso de esta producción. El año pasado el kilo de piñón blanco se pagaba al productor a 50 euros, pero para conseguir dos kilos y medio es necesario recoger 100 kilos de piña, aclara.

Ese es otro de los problemas con los que se encuentra el sector actualmente, según explica el vicepresidente de Coforest, que el precio es «muy voluble y, ahora, incluso habiendo una campaña corta, nos pagan muy poco a los productores. Estamos viendo que estos precios no se mueven por la oferta y la demanda sino por otros intereses». Además, señala que también están llegando a España piñones de terceros países.

En Coforest se extrae el piñón con cáscara a partir de junio y se envía a una empresa de Valladolid, donde se acaba de sacar el blanco y se comercializa. La entidad, para dotar de mayor valor añadido a su trabajo, está empezando a vender el piñón blanco en pequeños formatos en botes de 100 y 500 gramos.

El proceso de sacado del piñón, explica Enrique Prieto, es totalmente ecológico pues consiste en el secado natural de las piñas en dos explanadas de 8.000 y 5.000 metros cuadrados, para que el piñón caiga cuando la piña se abre.

Con el producto sobrante, es decir, el armazón de la piña, se trocea y sirve de combustible natural. En Coforest, además, se trabaja con el corcho y se ha incorporado recientemente la recepción de almendra y pistacho.