El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Juan Ramón Pérez, ha presenciado este martes la quema prescrita realizada en una parcela del monte Cabeza Aguda, en el término municipal de Villaviciosa de Córdoba. Se trata de un ejercicio práctico en el uso del fuego técnico enmarcado en el TREX Andalucía 2022 que desde el pasado 29 de octubre acoge la provincia de Córdoba.

Este evento lo organizan la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, como socios del proyecto Centro Ibérico para la Investigación y Lucha contra Incendios Forestales (CILIFO), que dispone de 24,6 millones de euros de presupuesto total, de los cuales el 75% está financiado por el Programa de Cooperación Transfronteriza Interreg VA España-Portugal.

El fuego técnico es el uso del fuego de manera controlada, conforme a unos parámetros técnicos en cuanto a su modo de ejecución, y que persigue unos objetivos concretos y previamente planificados. Estos son: disminuir el combustible vegetal en ciertos espacios para prevenir incendios forestales y combatir los propios siniestros forestales mediante los contrafuegos.

Las jornadas de trabajo tienen una parte operativa o de campo, las quemas, y otra teórica en la que los participantes, dependiendo de su perfil profesional, deberán exponer sus conocimientos y experiencias adquiridos en los lugares de origen. Así, se cumplirá el objetivo de proporcionar a los participantes la oportunidad de formar parte de un equipo de quemas prescritas donde compartir su experiencia en la planificación, ejecución y evaluación de quemas, efectos del fuego y gestión de un paisaje más resiliente a los grandes incendios forestales y al cambio climático y global.

Según el delegado, “Andalucía es la única región de España que ha acogido eventos de estas características, concretamente dos, tras el TREX celebrado en Almería en 2019”. Para el delegado, las quemas prescritas “no son la solución a los incendios, pero sí una herramienta que utilizada por los equipos de extinción resulta muy útil en la gestión del territorio”.

“Las técnicas del fuego amigo es una actividad silvícola propia del ecosistema mediterráneo que ha dejado de usarse y que estamos recuperando. Así, de forma controlada, a través de determinadas tácticas se realizan trabajos preventivos y de regeneración de nuestros montes”, ha explicado Pérez.