Un grupo de expertos de cinco países pertenecientes al programa Living Soils Project ha visitado Bodegas Robles, santo y seña de la producción ecológica en Andalucía y referente de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, para conocer la apuesta que esta firma viene haciendo por la vitivinicultura sostenible y respetuosa con el entorno.

Acompañados por la enóloga de la bodega, Rocío Márquez, y por el responsable de Marketing, Juan Bolaños, los expertos del programa Living Soils Project pudieron conocer el papel que juega la agricultura sostenible para propiciar la conservación del territorio, del suelo, de la humedad, de la biodiversidad y del paisaje.

La red Living Soils Project es una iniciativa europea que reúne a expertos de Turquía, España, Italia, Alemania y Bélgica para propiciar la creación de una red de cooperación entre países que ya cuentan con trabajos exitosos en materia de agricultura sostenible y, de este modo, intercambiar y difundir buenas prácticas agrícolas, además de mejorar las capacidades institucionales de todos los socios de la red y contribuir al desarrollo profesional del personal técnico y de los agricultores del sector vitivinícola.

En estos momentos, el programa está integrado por investigadores de la Universidad de Selçuk, ubicada en la provincia turca de Esmirna, además de personal técnico de la Dirección Provincial de Agricultura y Silvicultura de Konya e integrantes del Konya Lowland Project y de la Unión Regional de Cooperativas Agrícolas de Konya, una ciudad de la región de Anatolia Central que cuenta con más de 1,3 millones de habitantes.

Junto a investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) y de la Liga de Cooperativas de Italia, la red Living Soils Project cuenta con especialistas de la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF), con sede en Bélgica, y del Instituto Alemán de Ingeniería Agrícola (DEULA).

El responsable de Márketing de Bodegas Robles, Juan Bolaños, hizo un recorrido por la evolución de la firma, que se fundó en 1927 como una bodega tradicional y que, a principios de 2000, decidió incorporarse a la viticultura ecológica y al trabajo con levaduras autóctonas, hasta llegar al actual cambio de paradigma enfocado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Por su parte, la enóloga Rocío Márquez ofreció una visita al viñedo ecológico y dirigió una cata de vinos. «El mensaje es sencillo: cuanto más cuidamos el ecosistema, mejor producción de vino y de uva obtenemos», aseguró.