El Centro de Arte Contemporáneo y Vino de Montilla (Envidarte) ha acogido un taller de trabajo sobre «custodia del territorio» impulsado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, en colaboración con el Ayuntamiento de Montilla y la Fundación Social Universal (FSU), una organización surgida en 1993 como respuesta a las alarmantes condiciones de pobreza constatadas en muchas regiones del mundo.

Durante el transcurso del taller, se formalizó la adhesión de cuatro lagares y de un alojamiento rural al Proyecto Alzacola, una iniciativa que fomenta la conservación de este ave en peligro de extinción que tiene una especial relevancia en la zona Montilla-Moriles.

De este modo, los lagares Cañada Navarro, Los Raigones, Santa Magdalena, Hacienda Bolonia y el alojamiento rural Finca Buytrón se han convertido en colaboradores de la conservación de los valores naturales, paisajísticos y patrimoniales de la Campiña Sur, por lo que recibirán el asesoramiento de la FSU y de la asociación Harmusch.

El Proyecto Alzacola surgió en 2020 para proteger el alzacola rojizo –también conocido como colitajara, regarsa o abaniquero–, una especie migratoria muy ligada al viñedo.