El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, aseguró este jueves que el abastecimiento de agua en esta cuenta está «bastante controlado y planificado» y señaló que, a causa de la sequía, la «gran preocupación» es el regadío para la agricultura.

En declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en un acto de conmemoración del 95 aniversario de la CHG en el que participaron presidentes del resto de confederaciones intercomunitarias españolas, Páez señaló que Córdoba es actualmente la provincia con menos agua embalsada de toda la cuenca del Guadalquivir, al estar al 16% de su capacidad, mientras que Sevilla es la que más agua tiene en sus embalses, en torno al 34%.

Elogió la gestión de las empresas municipales de agua de Sevilla, Emasesa, y del Aljarafe, Aljarafesa, que cuentan con planes especiales de sequía --Emasesa declarará a principios de octubre la alerta por sequía--, aunque esto no implicará cortes de suministro, que está «garantizado dos años», según Joaquín Páez.

Aclaró que el principio de unidad de cuenca en la CHG significa que el agua es «de todos y se gestiona para todos», con lo que se garantiza que las que peor están no se vean más afectadas que el resto, y añadió que este verano la Confederación ha realizado trabajos para garantizar el agua a más de 80.000 cordobeses.

Precisó que el sistema de abastecimiento en la cuenca del Guadalquivir está controlado, salvo en los municipios desligados de esos sistemas por diferentes causas, que se surten de aguas subterráneas o de manantiales.

La gran preocupación, según el presidente de la CHG, es el regadío, al que este año se la reducido un 70% la dotación máxima de agua por la sequía, y agradeció el esfuerzo de este sector para cumplir las directrices marcadas en un verano muy complicado por la falta de lluvia. Páez defendió los planes del Gobierno central en infraestructuras hidráulicas y en obras de emergencia frente a la sequía y replicó las críticas en este sentido de la Junta diciendo que la CHG y el Ministerio de Transición Ecológica «no paran de ejecutar» porque «licitan proyectos y obras y algunos solo licitan proyectos».

Páez recordó que, desde que se declaró la sequía en noviembre del 2021, el Gobierno de España ha previsto para Andalucía obras en infraestructuras hídricas por importe de 1.400 millones, además de otros 600 millones para las cuencas que gestiona la Junta (Mediterránea andaluza, Guadalete-Guadiana y Tinto-Odiel-Piedra). Además, el Gobierno central ha destinado 450 millones en ayudas para el campo andaluz y algo para la parte de la cuenca del Guadiana, de los que 58 millones los aporta la CHG. 

También la CHG tiene programado el estudio de dos embalses, aunque Páez no se mostró muy partidario de construir embalses porque considera que las mejores soluciones para la sequía son aplicar criterios de sostenibilidad y eficiencia, como lo demuestra que desde el año 2005 en la cuenca del Guadalquivir «no hay lugar para nuevas hectáreas de regadío». 

Respuesta a las críticas de la Junta

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir exigió a la Junta de Andalucía que «cumpla con las 16 obras» declaradas de interés autonómico para la sequía en junio del 2020.

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Páez afirmó que «estamos en el año 2022 y la Junta, al igual que mis técnicos, tiene informes sobre la previsión la sequía y sobre qué obras son necesarias para garantizar el abastecimiento de los andaluces». En esta línea, destacó que el Gobierno central, a través de la CHG, tiene prevista una inversión en el periodo 2022-2027 de 1.4000 millones de euros en la cuenca del Guadalquivir y 600 millones en las cuencas intracomunitarias que gestiona Andalucía.

Explicó que esa cantidad se va a invertir en «eficiencia en cuanto a ahorro y modernización de la agricultura, con foco en instalaciones ya construidas que tienen pérdidas por no haber tenido buen mantenimiento.