Diario Córdoba

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ANÁLISIS

La ruta de los sabores de Córdoba

El vino, el aceite o los jamones son grandes atractivos para visitar la provincia y disfrutar de su gastronomía, que sobresale también por sus cítricos, hortícolas, lácteos o sus dulces

La mayor dehesa de Europa | Explotación de cerdo ibérico en la comarca de Los Pedroches. | RAFA SÁNCHEZ

Como si se tratara de una paleta de colores con la que dibujar el mejor paisaje, la provincia de Córdoba es un lienzo donde extender los sabores con los que disfrutar de la mejor mesa a través de paisajes de gran belleza. Los 77 municipios se convierten en puntos hacia los que dirigirse en una ruta que aporta los ingredientes para la mesa más deseada. En estos días la vendimia está llegando a su fin en una de las denominaciones de origen más antiguas de Andalucía, Montilla-Moriles, que despliega una amplia gama de matices con sus caldos generosos y su PX. La zona de producción se extiende sobre 17 municipios (Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Doña Mencía, Espejo, Fernán Núñez, Montalbán, Montemayor, Monturque, Montilla, Moriles, Nueva Carteya, La Rambla, Lucena, Puente Genil y Santaella). 

La zona de producción ocupa 17 municipios donde se descubren centenarias bodegas que han hecho de sus botas tesoros para el deleite. Junto a los caldos amparados por la denominación de origen, también aparecen otros tipos de vinos como los jóvenes y los de tinaja o los tintos, incluidos en la indicación geográfica Vinos de la Tierra de Córdoba, y otras bebidas como brandys y vermut que tienen dilatada historia o han comenzado en fechas recientes a abrirse mercado. Y en Montilla-Moriles no hay que dejar de conocer, también protegidos con una denominación de origen (Montilla-Moriles) sus vinagres. Tierra de vinos que también llega a otras zonas como Villaviciosa, con una indicación geográfica protegida.

La salida de la ruta del vino de Córdoba invita a entrar en la ruta del jamón ibérico de Los Pedroches y conocer la dehesa continua más extensa de Europa en Sierra Morena. En un ecosistema de encinas centenarias, pero también de alcornoques y quejigos, la ganadería extensiva ha logrado salvar un sistema de producción característico del bosque mediterráneo. Aquí se crían los jamones de pura raza ibérica de bellota, una de las grandes joyas gastronómicas de España. La zona de crianza y engorde de los cerdos ibéricos se extiende por los términos municipales de Alcaracejos, Añora, Belalcázar, Bélmez, Los Blázquez, Cardeña, Conquista, Dos Torres, Espiel, Fuente La Lancha, Fuente Obejuna, La Granjuela, El Guijo, Hinojosa del Duque, Pedroche, Peñarroya-Pueblonuevo, Pozoblanco, Santa Eufemia, Torrecampo, Valsequillo, Villanueva de Córdoba, Villanueva del Duque, Villanueva del Rey, Villaralto y El Viso, y parajes a más de 300 metros de altitud de Adamuz, Hornachuelos, Montoro, Obejo, Posadas, Villaharta y Villaviciosa. Junto a emblemáticas empresas de jamones ibéricos, que pueden degustarse en algunos de estos municipios o en la Feria del Jamón Ibérico de Villanueva de Córdoba, no hay que olvidar el lechón ibérico de Cardeña y su feria anual. Además, algunos de estos municipios sobresalen por los resultados de la actividad cinegética que convierten a Córdoba en una de las principales zonas de la caza mayor, con una gran riqueza en los parques naturales de Hornachuelos, Cardeña-Montoro o las Sierras Subbéticas, donde también se encuentran algunas de las empresas representativas dedicadas a la extracción y comercialización de miel o se encuentran parajes de atractivo micológico cuando llega el otoño (no hay que dejar de visitar el jardín micológico de Priego).

Los Pedroches es también una de las grandes comarcas lácteas de España, con una cooperativa (Covap) que es una de las principales del país. Precisamente, en Los Pedroches, pero también en otras comarcas como la Subbética, sobresale la elaboración de queso, que en Zuheros celebra su Fiesta del Queso cada mes de septiembre como gran atractivo.

El olivar es uno de los grandes motores agroalimentarios de Andalucía y en Córdoba es el cultivo más extendido en la provincia al hundir sus raíces en los 77 municipios y ocupando 370.124 hectáreas, de las que 366.975 se dedican a aceituna de almazara y 3.149 a aceituna de mesa (datos de la Consejería de Agricultura en 2021). Además, representa el 48% de la producción final agraria cordobesa, con 851,2 millones de euros de los 1.768 millones del 2021. En el mes de septiembre, precisamente, se inicia la recogida de aceituna de mesa, que este año estará marcada por el bajo calibre del fruto, las menores previsiones de producción con la sequía y la subida de precios. En la provincia hay 36 industrias entamadoras y destacadas empresas con gran presencia internacional como Dcoop o Aceitunas Torrent.

Pero, sin duda, la extracción de aceite de oliva es la principal actividad del campo cordobés, tanto por el volumen económico que promueve como por la generación de empleo (más de cuatro millones de jornales). El virgen extra que se obtiene en Córdoba se encuentra entre los más reconocidos del mundo, no solo por la importancia de sus cuatro denominaciones de origen (Baena, Priego, Montoro-Adamuz y Lucena), sino también por el esfuerzo de las empresas que han hecho del culto al virgen extra el fin principal de su trabajo. Esa calidad se ve refrendada también por la presencia en Córdoba de la multinacional Deoleo (antigua Carbonell) y de otras grandes industrias aceiteras andaluzas. Hoy, el aceite de oliva es el principal producto que exporta Córdoba a los mercados internacionales. Pasear entre olivos y restos arqueológicos, castillos, cascos antiguos e iglesias góticas y barrocas convierten a la provincia en uno de los escenarios principales para unir gastronomía e historia. En Córdoba hay 29 municipios incluidos en una denominación de origen del aceite: Baena, Doña Mencía, Luque, Nueva Carteya, Zuheros, Castro del Río y Cabra (DOP Baena); Almedinilla, Carcabuey, Fuente Tójar y Priego de Córdoba (DOP Priego); Montoro, Adamuz, Espiel, Hornachuelos, Obejo, Villaharta, Villanueva del Rey y Villaviciosa de Córdoba (DOP Montoro-Adamuz); Aguilar de la Frontera, Benamejí, Encinas Reales, Iznájar, Lucena, Montilla, Moriles, Monturque, Rute y la zona oriental del término municipal de Puente Genil (DOP Lucena).

No solo vino, aceite o jamón

La visita a la Vega del Guadalquivir lleva a zonas de huerta y naranja. Municipios de Córdoba y Sevilla integran la marca de garantía Naranjas del Valle del Guadalquivir, que pretende impulsar la comercialización de un cultivo que solo en Córdoba se extiende sobre más de 11.500 hectáreas y hacer frente a los bajos precios y la competencia de otros países. Los municipios cordobeses que integran esa marca de garantía son Almodóvar del Río, La Carlota, Córdoba, Fuente Palmera, Guadalcázar, Hornachuelos, Palma y Posadas. Y en la Campiña Sur, junto a sus vinos y aceites, destaca la producción de ajo, que tiene en las Jornadas del Ajo y el Melón de Montalbán uno de sus grandes atractivos cada mes de julio.

Por último, con gran importancia en algunos municipios, surge la ruta del dulce, en el que se incluiría la miel, pero también el membrillo, con una histórica industria en Puente Genil, o el anís y los mantecados de Rute, municipio al que se une con su peculiar mazapán Montoro. Por esto, pero también por las legumbres en municipios como Cañete, Castro o Montemayor o la producción ecológica, que sitúa a Córdoba como la provincia con mayor superficie en 2021, en cualquier mes del año surge una gran oportunidad para disfrutar de la ruta de los sabores.

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