La falta de agua puede reducir los rendimientos en los cultivos de secano hasta en un 80%, alertó este lunes la organización agraria COAG, que ha advertido también de las consecuencias negativas en el regadío y en la ganadería y ha pedido al Gobierno que convoque con urgencia la Mesa de la Sequía.

En el caso del regadío, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha indicado que las restricciones de agua han condicionado las siembras de los cultivos habituales en las cuencas del Guadiana, Guadalquivir y Duero.

En consecuencia, se ha reducido un 90% la superficie de arroz en Extremadura y el tomate para industria se ha sustituido por girasol, con menores necesidades hídricas, detalló la organización a través de un comunicado.

La sequía afecta también a la ganadería, sector en el que los costes se han disparado por un uso mayor de la refrigeración y los animales han alcanzado menor peso, apunta COAG.

Además, la organización resaltó que los ganaderos están encontrando dificultades para llevar agua a los animales de extensivo para que puedan hidratarse, puesto que se han secado numerosas charcas y puntos de suministro de agua.

Por todo ello, COAG solicita al Gobierno la convocatoria «urgente» de la Mesa de la Sequía para analizar la situación y definir un «plan de choque» que sirva para aliviar la crítica situación en el campo.

En detalle, la organización precisó que por culpa de la sequía en los cultivos herbáceos habrá una caída en la producción del 25%; en el olivar de secano una reducción de entre el 10% y 20%, que se quedará por debajo del millón de toneladas; mientras que en la vendimia la cosecha no llegará a los 40 millones de hectolitros.

Los cultivos de frutas y hortalizas en zonas de regadío han necesitado más agua para riego, lo que ha derivado en un mayor consumo energético, indicó COAG, mientras que en otras ocasiones no ha habido disponibilidad para aportar dichos riegos y ello ha generado reducciones en los rendimientos e incluso pérdida de cultivos.

En los cítricos se ha dado un incremento de necesidades de riego que ha conllevado alrededor de un 30% más de consumo de inputs y el doble en el valor en energía y agua, mientras que para los frutos secos la organización prevé una caída productiva de un 30% respecto al año pasado.

En el apartado de los cultivos industriales, COAG destacó que, por las restricciones y falta de agua para el riego, la superficie plantada de tomate de industria ha caído un casi un 30% a nivel estatal, con reducciones superiores al 50% en la provincia de Sevilla y del 21% en Extremadura (se ha pasado 23.340 a 18.436 hectáreas).

En la ganadería, en general en todos los subsectores, se han producido sobrecostes por un uso mayor de la refrigeración, una menor tasa de transformación de pienso a carne, menos peso de los animales alcanzado en el mismo tiempo de los ciclos, la dificultad de acceso a pastos por la sequía, así como de cultivos de la explotación para aprovechamiento en la alimentación (ensilados) y la necesidad de llevar agua a los animales de extensivo.